El dólar blue marcó este jueves un nuevo récord nominal histórico de $1.300, reafirmando una tendencia marcadamente alcista luego de mantenerse varias semanas planchado en una aparente zona de confort, que el presidente Javier Milei consideró una consecuencia de sus políticas económicas de recorte del gasto público, superávit fiscal y desmantelamiento a mediano plazo del Banco Central.

Así, el tipo de cambio extraoficial subió a $1.280 para la compra y $1.300 para la venta, en tanto que el contado con liquidación (CCL) se ubicaba cerca del mediodía en $1.243,80 y $ 1.295,40, respectivamente. El MEP, por su parte, cotizaba en torno a los $1.261.

Esta disparada de la cotización paralela de la divisa está impulsada y sostenida por tres aspectos clave de la economía actual, así como por cierto clima político contraproducente, según indicaron analistas económicos. 

La sostenida suba del dólar de los últimos días se explica, en materia de factores económicos, por una combinación de: el desarme de los plazos fijos por la baja de tasas; la menor oferta de divisas de los exportadores y una salida del denominado "carry trade". Asimismo, como ambiente adverso para los negocios, las trabas que encontró el Gobierno nacional en el Senado para la sanción rápida del segundo proyecto -reducido- de Ley Bases, estaría ejerciendo presión en los mercados.

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En lo que respecta al primero de los puntos, pese al pedido del ministro de Economía, Luis Caputo, los bancos aún no elevaron la tasa de interés que pagan por los plazos fijos, algo que para los economistas es una de las principales razones que están empujando el incremento del tipo de cambio extraoficial, así como de los dólares financieros.

El titular del Palacio de Hacienda sugirió días atrás a las entidades financieras que dejen de tomar como referencia para su estrategia comercial el índice de política monetaria del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que fue reducido -en etapas- del 133% en que se encontraba en diciembre al 40% en mayo. En cambio Caputo los invitó a que miren la tasa de las LECAPS (en 48%), las nuevas letras del Tesoro Nacional. Esta entidad, por caso, compró casi $700.000 millones en bonos al Central con el objetivo declarado de reducir los pesos en circulación y mejorar el perfil de deuda. La reducción de la tasa en más de 90 puntos porcentuales intenta, entre otras cosas, bajar el pago de intereses por pasivos oficiales.

Como consecuencia de ese desplome, los bancos acompañaron la medida con reducciones acordes en sus tasas de interés para los plazos fijos, a un promedio de 30% anual, lo que significa un rendimiento para el ahorrista de entre 2,5% y 3% mensual, según la institución. Debido a esto, los expertos sostienen que dada la baja renta -y que la inflación será superior- aquellos que tienen dinero en ese tipo de cuentas empezaron a sacarlo de ahí y pasarse al dólar, lo que alentó el aumento de los últimos días.

"Más allá de que el recorte de tasas ha tenido una fuerte influencia, el despertar a los dólares financieros y libre también lo está generando el menor ritmo de liquidaciones, el cual achica por ende la oferta que llega a la plaza", señaló a NA el analista Gustavo Ber. Esta segunda pieza clave del tridente alcista es un frecuente motivo por el cual varía la cotización de la divisa estadounidense, ya que ese retraso por parte del sector clave de los exportadores mueve la aguja en detrimento del peso.   

Ber agregó, no obstante, que "tras el acelerado reacomodamiento reciente, aún dentro de la fuerte apreciación cambiaria de los últimos tiempos, los operadores estarán atentos a una moderación del deslizamiento hacia la zona de los $1.200, con una brecha ya en torno al 35%".

Para el economista Nicolás Capella, "continua el mix de la mini tormenta perfecta de desarme de carry, más dilaciones en el frente legislativo, más la poca oferta del campo", sobre lo que añadió: "También se suman rumores de pago de dividendos que estarían yendo por el contado con liquidación lo que explicaría la demanda".

El "carry trade", que es una estrategia en la que un inversor intenta beneficiarse de un diferencial de tasas entre dos monedas para hacerse de una ganancia, es la tercera pata de esa tormenta a la que se suma el panorama político trabado. Vender dólares al inicio de un período, e invertir en pesos, y recomprar luego fue una gran estrategia durante mucho tiempo, pero ante la baja de la tasa de interés en los plazos fijos, habría más tendencia a armarse en moneda extranjera.

Al respecto, Capella señaló que, como signo positivo, comenzó a notarse  "mucha demanda de Lecaps de los fondos comunes de inversión", lo que podría indicar que "el desarme de carry trade está mermando y podríamos estar viendo los últimos niveles de esta escalada de dólar".

Finalmente, Gabriel Caamaño consideró que el repunte de los dólares financieros "no es un tema de miedo" y alertó que "va a precios, aunque no de forma lineal". En uno de sus informes semanales, la consultora PPI había anticipado que "otro de los factores que habría contribuido al fuerte rebote del CCL es el desarme de estrategias carry trade". "Algunos inversores podrían haber optado por cerrar posiciones tras la suba del lunes, generando una mayor demanda por CCL e impulsando aún más su cotización", precisó la agencia especializada.