La escalada del dólar blue y los financieros pareciera no tener techo. Desde que asumió Silvina Batakis como ministra de Economía, la cotización libre se disparó de los $240 a los $340, una suba de más del 40% en poco más de dos semanas. Por eso, el Gabinete económico analiza medidas para tranquilizar el mercado cambiario. Este jueves por la mañana, después de una reunión del equipo, se tomaron dos decisiones en ese sentido. Sin embargo, persiste la incógnita de si alcanzarán para estabilizar el tipo de cambio o no. ¿Cuáles fueron?

Dólar turista. El Banco Central facilitará la liquidación de dólares de turistas extranjeros al tipo de cambio del dólar MEP –o dólar bolsa–, que actualmente está en $326. Podrán vender su moneda en entidades autorizadas –junto con la presentación de la documentación identificatoria utilizada para el ingreso al país–. El tipo de cambio se definirá a partir de las operaciones en el mercado financiero y tendrán un tope de hasta U$S 5.000.

Así, frente a la escasez de reservas, el Gobierno busca canalizar la oferta de divisas en el mercado formal. No obstante, la maniobra implicará menor oferta en el mercado del blue, lo que podría implicar un ensanchamiento de la brecha entre el paralelo y el oficial.

Importaciones. Por otra parte, Batakis determinó mejorar las condiciones al mercado cambiario para el pago de ciertas importaciones: insumos para “sectores estratégicos”. Así, el Central permitirá el pago de insumos en tránsito, que fueron embarcados en origen, hasta el 27 de junio de este año, y arribaron al país con SIMI –el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones– vigentes hasta esa fecha. De esa manera, se busca garantizar la continuidad de los distintos procesos productivos.

La medida se da luego de que la Unión Industrial Argentina (UIA) advirtiera la existencia de cadenas de producción frenadas por la falta de insumos producto de las medidas de cepo que se venían implementando en las últimas semanas. Algunas de esas empresas, incluso, exportan más de lo que importan, dándose el paradójico caso de que no puedan importar para producir bienes que engrosarían las reservas del BCRA.