La subida del dólar provocó un alza en las expectativas de inflación para 2018. Si bien hace tiempo se estima que la meta del 15% había quedado corta para lo que serían los precios de este año, la corrida cambiaria podría golpear en seco al plan económico del Gobierno y la inflación podría ubicarse cercana al 24%, cifra prácticamente idéntica a la de 2017.

De esta manera, es probable que la inflación de 2018 signifique el fracaso del intento del gobierno por reducir el aumento sostenido de los precios. Como siempre, tras la corrida cambiaria, ya se dilucidan los primeros aumentos: las naftas. De cara a las elecciones de 2019, el Gobierno confiaba en mostrar una inflación a la baja, que no llegara al 20%, pese a no cumplir la meta.

El Gobierno confiaba en mostrar una inflación a la baja, que no llegara al 20%, pese a no cumplir la meta.

Pese a que aún no se conoce cómo reaccionará el mercado a las medidas tomadas el viernes por el Banco Central y el ministerio de Hacienda, la consultora Ecolatina ya cambió sus expectativas de inflación para 2018 y prevén que será del 24%, 9 puntos porcentuales arriba de la meta.

"La reciente suba del dólar repercutirá en la economía local, tanto en el plano nominal (inflación) como en el real (PBI). Por esto, corregimos la estimación de inflación para 2018 a la zona de 24%, siempre y cuando no haya nuevas sorpresas cambiarias”, indica el informe de Ecolatina.

"Estimamos que el dólar se calmará en las próximas jornadas, aunque no puede afirmarse que lo hará exento de volatilidad. El Poder Ejecutivo pareciera haber tomado definitivamente la decisión de frenar la corrida, llevando la tasa de interés a niveles elevados y enviando señales más claras que en los días previos”, advierte.

"El Poder Ejecutivo pareciera haber tomado definitivamente la decisión de frenar la corrida"

Al mismo tiempo, debido al movimiento de la tasa de interés, que encarecerá el crédito, reducirá el movimiento del dinero y congelará en alguna medida la economía, las expectativas de crecimiento del PBI también perdieron optimismo. A principios de año, se estimaba que la economía crecería cerca del 3%, luego, el número se ubicó en 2,5% y, tras la corrida cambiaria y la suba de la tasa, los analistas asumen que será menor al 2%.

"Tanto el encarecimiento del crédito como la necesidad de intensificar la reducción del déficit fiscal -en buena medida vía moderación de obra pública- afectarán la actividad, que crecería por debajo del 2% producto del arrastre estadístico”, explica el informe.

"En conclusión, aunque el Gobierno efectivamente logre superar el temblor, las marchas y contramarchas de los primeros días tendrán sus costos, desnudando aún más fuerte la dependencia el esquema económico al influjo de capitales externos”, concluye.