Alberto Fernández recibió a Daniel Scioli el pasado viernes 7 de agosto en la Quinta de Olivos y le encomendó recomponer la relación bilateral con Brasil. "Encará una relación madura y responsable con Bolsonaro", fue el mensaje del Presidente.

Doce días después, el flamante embajador se presentó en el Palacio del Planalto para canalizar esa voluntad y recibir las cartas credenciales que formalizan el inicio de su misión como representante diplomático.

"De corazón, quiero lo mejor para Argentina, ambos países trabajaremos juntos", devolvió el centro Bolsonaro.

El encuentro, que se prolongó por una hora, se movió al compás de otro pedido de Fernández en Olivos. "Hay que promover las exportaciones, enfocá todo en ampliar la agenda comercial", transmitió. Scioli llevó ese mandato -consensuado con el canciller, Felipe Solá- a Brasilia.

Según confiaron desde el entorno del exgobernador de la provincia de Buenos Aires a El Canciller, en la cumbre le solicitó al jefe del Estado brasileño que lo empezaran a vincular con los ministros de cada área para mejorar el trabajo con distintas industrias. Bolsonaro dio luz verde y este viernes Scioli almorzará con el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, quien formó parte del encuentro.

Una relación con idas y vueltas

El objetivo del excandidato a presidente por el Frente para la Victoria será contribuir al deshielo de una relación tirante entre ambos mandatarios. Los primeros dardos llegaron en plena campaña de Fernández, luego de que visitara a Lula Da Silva en la cárcel. En ese entonces, Bolsonaro, que ya había lamentado el anuncio de la fórmula con Cristina Kirchner, auguró que el vínculo bilateral "podía tener roces".

La tensión escaló cuando el primer mandatario argentino lo acusó de "racista, misógino y violento": pese a que pidió disculpas, el desdén mutuo se volvió insoslayable. El jefe del Planalto amenazó con suspender a la Argentina del Mercosur si el Frente de Todos ganaba las elecciones y, con la victoria consumada, aseguró que el país había "elegido mal". En ese contexto decidió no asistir a la asunción presidencial de Fernández en el Congreso de la Nación y envió a su vice, Hamilton Mourao.

En 2020, ambos bajaron el tenor de las declaraciones y enviaron señales positivas para pactar una primera reunión. Bolsonaro recibió a Solá y a Sergio Massa en Brasilia, pero la pandemia echó por tierra cualquier posibilidad de encuentro. Las ostensibles diferencias en la manera de encarar la contención del nuevo coronavirus volvió a separar a los países y afloró la rigidez por las distintas posturas frente a la política común del Mercosur. El cónclave de este miércoles fue el primer eslabón para efectuar un acercamiento que favorecerá a ambos.

 "Hay diferencias con el tema del arancel, estamos negociando, dispuestos a bajar algunos, otros no. No fue el eje de la agenda. La idea es consolidar el bloque, el mensaje que le transmitió a Bolsonaro es que de esto se sale juntos", deslizaron voceros de la Cancillería .

Pandemia y agenda bilateral

El embajador argentino arribó al gigante sudamericano el lunes 10 de agosto. Desde ese entonces, inició conversaciones con distintas industrias nacionales para fomentar las exportaciones, principal objetivo económico del gobierno para salir de la recesión económica y revertir la balanza comercial con el principal aliado de la región. En lo que va del año, según la Cámara Argentina de Comercio, la contracción del intercambio con Brasil es del 28,9%.

Scioli hizo hincapié en la industria automotriz, una de las más golpeadas tras la llegada del Covid-19, mantuvo conversaciones con la Confederación Empresaria de la República Argentina (CGERA) para incrementar la venta de productos de las PyMes e inició una ronda de videoconferencias con las provincias por productos puntuales: se comunicó con Catamarca por la producción de aceite de oliva y aceitunas, este jueves dialogará con Axel Kicillof para monitorear la situación de la pesca en Bahía Blanca y Mar del Plata y tiene en agenda un call con la Cámara de Peras y Manzanas.

La reunión más esperada por el embajador, en esta línea, es la que compartirá la próxima semana con Teresa Cristina, ministra de Agricultura de Brasil. "Quiere hablar de la industria vitivinícola. Daniel recorrió los supermercados para ver qué productos argentinos había en las góndolas y cuáles se pueden ubicar. Allí, observó que la mayoría de los vinos son chilenos, por eso se reunió la semana pasada con la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), que preside José Zuccardi, para trazar una agenda de trabajo", relataron a este medio fuentes cercanas al exgobernador.