El amor en tiempos de coronavirus se ha vuelto dramático para las parejas binacionales. Separadas desde hace casi medio año por el cierre de fronteras que instauraron los países como primera medida sanitaria para combatir al nuevo coronavirus, lanzaron un multitudinario reclamo por las redes sociales en el que piden clasificar al amor como una condición esencial para la vida.

A través de los hashtags #LoveIsNotTourism y #LoveIsEssential, lograron que la Unión Europea emitiera una recomendación oficial a todos sus países miembros para que terminen con las restricciones y habiliten el ingreso de las parejas internacionales, estén o no casadas. Sin embargo, las barreras aún no se han levantado en la Argentina, donde las limitaciones para la entrada al país de los extranjeros rigen, por ahora, hasta el 1° de septiembre.

Jonatan Villalba es español, se casó con una mujer argentina en su país natal y hace 3 años tuvieron su primer hijo. En diciembre, la pareja se separó y él se quedó en España para terminar de trabajar, hasta mayo. Por la irrupción del Covid-19, aún no ha podido viajar al país para ver a su familia.

Un mes atrás, se sumó a la protesta mundial por los amores binacionales y creó una petición en la plataforma change.org en la que pide al canciller Felipe Solá que atienda su situación y la de miles de personas que comparten su desesperación. Hasta el momento, ha juntado 1.800 firmas.

"No queremos hacer turismo, sólo reunirnos con nuestras parejas. Aportaremos las pruebas que sean necesarias, haremos lo que nos pidan. No llamo al levantamiento de fronteras, pedimos una exención en casos como estos, donde se pueda probar la relacion de pareja. Pagaremos los PCR nosotros mismos, nos someteremos a cuarentenas voluntarias en hoteles y presentaremos declaración jurada", sostiene ante El Canciller.

Miles de personas a lo largo del planeta lograron canalizar su situación a través del sitio web loveisnotturism.org y distintas campañas en las redes sociales que llegaron a los oídos de la política. Dos grupos de Facebook que luchan por la causa ya almacenan más de 33.000 seguidores.

El viernes 7 de agosto, la Unión Europea alentó a todos sus países miembros a que permitan la entrada de "socios solteros de ciudadanos y residentes de la UE sin demora". En esa línea, la comisionada de la UE, Ylva Johansson, afirmó que "el amor debe ser una razón esencial para viajar, junto con todos los demás viajeros esenciales permitidos".

Luego del aval del bloque, muchos países miembro de la UE establecieron sus propias normativas para habilitar el ingreso de parejas binacionales. En España, las personas deben demostrar que convivieron al menos un año juntas. Finlandia requiere una declaración jurada que confirme el vínculo. Francia, que levantó las barreras este martes, fue más allá: pide una relación de más de seis meses, incluso a distancia. "Si yo conozco a un chico o chica por Internet y tengo pruebas de que mantengo un vínculo virtual hace más de seis meses, me habilitan la entrada", cuenta Villalba.

El movimiento, en su génesis, nació para parejas que no contaran con un documento que certificara el matrimonio. El gobierno de Alberto Fernández, sin embargo, no ha entregado hasta el momento ningún resquicio. La administración nacional les pide a los extranjeros "un visado de reunificación familiar que ellos no están haciendo, porque el propio gobierno inhabilitó los consulados hasta septiembre", aclara Villalba, que administra un grupo de WhatsApp con más de 100 integrantes que buscan viajar a la Argentina. En caso de que pudiera tramitar la visa, el costo -por ver a su familia- sería de 850 euros.

Alemania, Suiza, Austria, Dinamarca, República Checa, Islandia, Noruega y Holanda habilitaron la entrada para parejas binacionales, sin restricciones. En Sudamérica, Brasil fue el único país en hacerlo, dado que desde agosto reanudó el turismo. A través de Twitter, bajo el usuario @amoresesencial, la protesta del #LoveIsNotTourism desembarcó en el territorio nacional y piden ser escuchados por las autoridades.