El contexto mundial es, cuanto menos poco prometedor. El Fondo Monetario Internacional (FMI) decidió ser aún más crudo en su diagnóstico y, en su tradicional informe de Perspectivas Económicas Globales (WEO, por sus siglas en inglés), planteó un panorama oscuro para el futuro del globo y, particularmente, en Argentina. Fue en la Asamblea anual del organismo y del Banco Mundial en Washington, donde -además- decenas de ministros de Finanzas se reunirán esta semana. ¿Cuáles son los puntos destacados?

Crecimiento mundial. Según sus primeros cálculos, el organismo multilateral había proyectado que el crecimiento en el globo sería de 3,2% en 2022, ostensiblemente más bajo que el 6% registrado en 2021. Sin embargo, estima que la desaceleración será aún más pronunciada en 2023: de 2,7 puntos porcentuales –un 0,2% menos que lo calculado en julio–. Además, el documento señala la probabilidad –de un 25%– de que el número sea aún peor y se posicione por debajo del 2%.

Diagnóstico. El FMI describió “una serie de desafíos turbulentos” en el mundo. Entre ellos, “una inflación superior a la vista en varias décadas”, algo que complejizó las condiciones financieras en múltiples regiones, “la invasión rusa de Ucrania y la pandemia persistente de COVID-19”, sobre todo en China.

Pronóstico oscuro. El informe anticipa que “más de un tercio de la economía mundial se contraerá” el año próximo. En ese marco, “las tres economías más grandes, Estados Unidos, la Unión Europea y China, continuarán estancadas”. Allí, la entidad financiera también afirmó que los “shocks” de este año “reabrirán heridas” que apenas se curaron “parcialmente” tras la pandemia y sostuvo: “En resumen, lo peor está por venir, y para muchas personas 2023 se sentirá como una recesión”.

Argentina. Por todo eso, el país gobernado por Alberto Fernández se encontrará con el desafío de mantener sus niveles de exportaciones frente a un mercado internacional que estará más debilitado. Sin ir más lejos Brasil, su principal socio comercial, reducirá su crecimiento de 2,8% a 1% el año próximo. En el caso de Argentina, la desaceleración de la expansión de su economía será del 4% al 2% en 2023, un poco por encima  del promedio de Sudamérica, que será de 3,6% este año y 1,6% el siguiente.