En medio de la campaña electoral, dos de los números más importantes de la economía, golpean la proyección del Gobierno. Y pese a que los empresarios mantienen -resignados- su respaldo a Mauricio Macri, los datos de febrero publicados por el Indec anunciaron una caída del 5,3% interanual en la construcción y del 8,5% en la industria.

Pese a que en la medición desestacionalizada los índices volvieron a crecer -la construcción ascendió un 8,3% respecto a enero y la industria un 2,4%- los números no son favorables. Con la caída interanual, se acumulan diez meses de descenso ininterrumpidos en el sector industrial, en comparación al mismo mes de 2018. Lo mismo sucede en la construcción, con seis meses consecutivos.

En sintonía con los números de enero, que marcaron la baja del 0,4% en la capacidad instalada, hasta llegar al nivel más bajo desde 2002 con un 56,2%, el paisaje productivo -sumado a la inflación, la pobreza y la recesión- pone en jaque la reelección de Cambiemos.

Sin embargo, desde la Casa Rosada se aferran a que haya una mejora en el segundo trimestre, una posición que respaldan los analistas del sector privado. De acuerdo a este enfoque, la industria tocó un piso de baja entre noviembre y diciembre y se mantiene desde entonces en niveles bajos.

En la actividad industrial se evidenció la retracción del 13,8% interanual en noviembre, seguido del derrumbe del 14,8% registrado en diciembre. Por eso, la caída de enero del 10,9% y la de febrero del 8,5% muestran un panorama menos negativo e inclusive de "repunte”.

Frente al aumento inflacionario, la devaluación y la caída del consumo, en el oficialismo se mantiene la incertidumbre pero se aferran a la esperanza. Aunque las expectativas para los próximos meses no sean del todo prodigiosas, en el Gabinete creen en la aparición de algunos "brotes verdes” para el segundo trimestre, que permitan disminuir el impacto económico en las urnas.