La Bombonera fue clausurada por el Gobierno de la Ciudad tras el partido de la Selección argentina contra Uruguay, por la presunta violación del máximo de capacidad del estadio de Boca Juniors. Ante la noticia y en medio de un clima tenso por la batalla política entre Mauricio Macri y Juan Román Riquelme, el club emitió un comunicado rechazando la medida de la administración porteña. Horas después presentó la documentación correspondiente y se comprometió a pagar una multa, situación que derivó en el levantamiento de esa resolución preventiva. 

Apenas unos minutos después de que hinchas y jugadores abandonaran el Alberto J. Armando, inspectores de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) de la Ciudad se acercaron hasta allí para poner las fajas rojas con la leyenda "Clausurado".

Fue entonces cuando el club decidió difundir un mensaje oficial a través de sus redes sociales, cuestionando al Gobierno porteño, que desde 2007 es dirigido por el PRO, el partido político fundado por Macri.

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 "Orgullosos de haber recibido en casa a los campeones del mundo en un clima festivo y con total normalidad, el Club Atlético Boca Juniors comunica que, a pesar de no haber superado la capacidad máxima del estadio, la agencia gubernamental de control del GCBA decidió, finalizado el encuentro, la clausura de La Bombonera por alegar que se había superado su capacidad de aforo", señaló la institución.

Y agregó: "Dadas las circunstancias del caso, el club considera que dicha acción evidencia animosidad contra la institución, algo que se ha reiterado sugestivamente en varias oportunidades en lo que va del año".

Es la tercera vez en el año que el Alberto J. Armando es clausurado. Las anteriores ocasiones también habían sido por una sobrepoblación o por problemas relacionados con la estructura de las tribunas ante el movimiento de los hinchas.

De esta manera, tomó aún más temperatura el clima previo a las elecciones que habrá en Boca el 2 de diciembre y que tendrán como contendientes a las duplas Juan Román Riquelme-Jorge Amor Ameal, por el oficialismo, y Andrés Ibarra-Mauricio Macri, por la oposición.