Uno de los aspectos más novedosos en el más reciente mercado de pases del fútbol argentino fue la irrupción de la inversión extranjera de la mano del empresario estadounidense Foster Gillett, en un contexto donde se debate a nivel nacional la implementación de las Sociedades Anónimas Deportivas. El acuerdo entre Estudiantes de La Plata y el multimillonario norteamericano generó ciertas rispideces y polémicas con el resto de los dirigentes locales, y particularmente desde River fueron muy críticos con la situación general, lo que llevó este miércoles a Stefano Di Carlo, secretario general del club de Núñez, a expresar abiertamente: "No estamos a favor de la SAD".

"Todo lo que hace y dice (Juan Sebastián) Verón genera desconfianza, de larga data es esto. Y se extiende a todos los hinchas de todos los clubes", declaró Di Carlo acerca del presidente del equipo platense, en conversación con Dsports, horas antes del encuentro que los dirigidos por Gallardo disputarán contra Godoy Cruz en Mendoza. 

El conflicto con el "Pincharrata" nació en enero, cuando Gillett se entrometió en la negociación que el "Millonario" llevaba a cabo con Austin FC para repatriar a Sebastián Driussi. "Se metieron, hicieron una oferta, actuaron de modo desleal, sin el consentimiento de jugador, sin el consentimiento de nadie. Y la verdad que es algo un poco lamentable, pero es lo que ocurrió", recordó Di Carlo. 

"No hemos tenido conversaciones, porque en el mismo sentido no hubo conversaciones cuando interfirieron en una operación que no tenían ningún vínculo ni nada que ver. Ni el consentimiento del jugador", agregó el dirigente, dando a entender que la relación con su par de La Plata es distante.

Desde Núñez estaban en conversaciones con el club estadounidense para comprar al delantero de 29 años, cuando Gillett realizó una oferta de forma inesperada, complicando la negociación. A pesar de que no tienen certezas, los dirigentes de River creen que esa "intervención deshonesta" puede haber influido en el precio del jugador, que finalmente terminó volviendo al club donde debutó.

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Luego, Di Carlo se refirió al caso de Rodrigo Villagra. El pase del mediocampista, de último paso por River, fue adquirido por Gillett luego de depositar una suma de USD 11,5 millones. Sin embargo, todavía se desconoce cuál será el destino del exTalleres. Además, en las últimas horas trascendió que hasta el momento no llegó el dinero de la transacción. Por ahora, el jugador entrena por su cuenta al costado de una ruta en la localidad de Canning, provincia de Buenos Aires.

Sumando leña al fuego, el secretario general agregó: "Por un lado está Verón y su club. Y por otro lado hay un grupo inversor que hace acuerdos de forma privada con jugadores. Que después esos jugadores de forma privada plantean rescisiones a los clubes donde están. Son hechos privados, aislados, separados y que no tienen que ver entre sí. De hecho, por lo que todos sabemos, el destino tampoco era el club que preside Verón".

En tanto, con respecto a la plata que por ahora no aparece, sentenció: "Se dispuso un período de tiempo, que va a ser corto, breve y en lo inmediato se va a resolver en un sentido u otro, pero sin olvidarnos nunca que esto es un acuerdo y una transacción en un punto entre privados en el que River no dispone, ni sabe, ni tiene conocimiento. La pregunta es del otro lado, en realidad".

Luego, explicó la reglamentación que existe en la FIFA que prohíbe los acuerdos entre los clubes y fondos privados de inversión y detalló cómo opera el grupo de Gillett: "El fondo inversor tiene un entendimiento privado con el jugador, y después es el jugador que de forma privada le hace una rescisión al contrato que tiene con el club".

"No creemos que la voluntad o el ánimo de una persona o un grupo inversor de turno deba determinar el destino del club. No se puede hacer una planificación seria y a largo plazo con la voluntad y el ánimo de uno o varios seres humanos", concluyó.