Un turista estadounidense le tocó la cola a una empleada en Aeroparque, fue acusado de abuso sexual y lo sobreseyeron
El hombre, que había solicitado ayuda para hacer un pedido de comida porque no habla español, aseguró que la tocó "para que se diera cuenta que le estaba diciendo gracias".
Un turista estadounidense le tocó la cola a una empleada de un negocio del Aeroparque Jorge Newbery, por lo que fue acusado de abuso sexual y llevado a juicio, pero lo sobreseyeron. "La toqué sólo para que se diera cuenta que le estaba diciendo gracias, pero no me di cuenta qué parte especial del cuerpo le había tocado", aseguró el hombre ante la Justicia. En tanto, la mujer advirtió que el viajante celebró su acción con un "uju", algo que fue negado por el inculpado.
El hecho, que ocurrió el pasado 14 de noviembre pero que trascendió en las últimas horas, ocurrió luego de que el sujeto y su esposa, quienes se dirigían a la Antártida a celebrar sus cinco décadas de casados, perdieran la combinación de Buenos Aires a Ushuaia debido a que uno de los vuelos se demoró.
En este marco, mientras esperaban decidieron ir a comer a un lugar de comidas rápidas, en donde el hombre, de 75 años, pidió ayuda para realizar la orden virtual debido a que no habla español. "En ese momento ella estaba mirando la pantalla y me estaba dando la espalda, quería hacerle saber que le estaba diciendo gracias y solo la toqué para decirle gracias", insistió el turista en su declaración.
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Por su parte, apenas sucedió el hecho, la mujer se lo contó a un compañero, con quien fue hacer la denuncia a la Policía del aeropuerto. Ante la Justicia, la joven precisó: "Una vez finalizado el pedido aguardé en el lugar hasta que saliera ticket de pago. Seguidamente me di vuelta para dirigirme hacia el mostrador nuevamente y es ahí que este masculino procede a tocarme la parte de mi glúteo, diciendo a viva voz 'uju', como si estuviera disfrutando del momento".
Mientras tanto, la pareja del turista no negó los hechos y, en sintonía con su marido, a quien caracterizó como "una persona muy expresiva", afirmó: "Estaba contento por la ayuda que le estaba dando en el momento la señorita, le estaba agradeciendo a la señorita. Vi cuando sucedió el roce o el tocamiento pero no fue intencional, fue solo un roce. Fue una expresión como de agradecimiento por haberlo ayudado con la máquina".
Con todos estos testimonios, el juez de instrucción Luis Schegel sobreseyó al acusado al considerar que su actitud "no estuvo dirigida puntualmente a abusar sexualmente de la víctima", a la vez que levantó la prohibición de salida del país que había ordenado en un comienzo.
En su resolución, citada por Infobae, el magistrado sostuvo que "el imputado en ningún momento tuvo el propósito de tocar las partes pudendas a la denunciante, sino que su conducta obedece a un gesto propio de su persona y de enfatizar su agradecimiento por haberlo ayudado a realizar el pedido".
Dado que el momento quedó grabado en las cámaras de seguridad, Schegel señaló que "no existen motivos para descreer de la víctima, ni para pensar que pudo haber querido por algún motivo perjudicar maliciosamente al encausado", pero indicó que "no se advierte ánimo lascivo en la conducta del imputado".
"No se encuentra controvertido que el acusado tocó por un instante la zona de los glúteos de la denunciante -acto reprochable, conforme las normas y costumbres de este país-, pero en definitiva, la prueba reseñada, debe ser valorada teniendo en cuenta el contexto y la fugacidad con la que ocurrió", sentenció.