En medio de la ola de calor que azota el Área Metropolitana de Buenos Aires hace más de una semana, este jueves llegó el diluvio a la Ciudad y alrededores. La intensa caída de agua generó anegamientos y calles inundadas, además de producir la interrupción de cuatro líneas de subte, la A, la C, la E y la H. En tanto, la línea B funcionó con servicio limitado por algunos minutos, aunque a partir de las 14 retomó su recorrido completo, según informó el concesionario del servicio.

Las líneas A, C, E y H se vieron interrumpidas debido a la intensidad de la tormenta desatada en horas del mediodía, y el ingreso del agua en diversas estaciones, mientras el servicio de la B fue restringido entre la cabecera Juan Manuel de Rosas y la estación Dorrego por algunos minutos y a partir de las 14 retomó su actividad con algunas demoras. 

De acuerdo a lo reportado por Emova, los ramales C y H estuvieron sin servicio desde las 13:30 y 13:13, respectivamente.

Por su parte, la Línea E volvió a la normalidad, pero solamente entre las estaciones Retiro y Entre Ríos, y de Boedo a Plaza de los Virreyes a las 14:55; mientras que, a las 14.34, la H retomó sus servicios con trayectos limitados entre la Facultad de Derecho Parque Patricios, pero sin frenar en Santa Fe.

Una de las estaciones de la línea A del Subte, inundada después de los primeros minutos de la tormenta en la Ciudad (Video: @juanymili).

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En varios barrios porteños, además, hubo anegamiento de calles. Palermo, Caballito, Boedo, Belgrano y el microcentro fueron algunas de las zonas más afectadas por la gran cantidad de lluvia en poco tiempo. Un reporte oficial indicó que cayeron 60 milímetros en una hora.

En las calles podían verse autos semi tapados por el agua y tachos de basura flotando, entre otras sorprendentes escenas del mediodía porteño. Asimismo, hubo más de 90.000 usuarios sin luz en la Ciudad y el conurbano bonaerense, de acuerdo al reporte de las empresas Edesur y Edenor en la página del Entre Nacional de Regulación de la Electricidad (ENRE).

En las últimas dos semanas, el calor agobiante llegó a la Capital Federal después de un enero relativamente liviano en materia de temperaturas. La sensación térmica superó en los últimos días los 40° y, aunque el domingo también llovió, fueron apenas pocos milímetros y no cambió el registro térmico, que siguió en escalada.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió, asimismo, alertas amarillas y naranjas por tormentas y ocasional caída de granizo para 12 provincias.

Sin embargo, según informó el SMN, hoy será el último día de temperaturas máximas extremas, ya que las fuertes lluvias traerían el esperado alivio en el termómetro.