Cómo conseguir cannabis medicinal durante la cuarentena: delivery, auto cultivo y talleres
Durante el aislamiento obligatorio, el aceite de cannabis con fines terapéuticos es más difícil de conseguir, por eso, muchos prueban con el auto cultivo.
Este sábado, Daiana López, de 31 años, salió de su casa en el barrio porteño de Balvanera para ir a una dietética, esta vez no fue con planes de buscar frutos secos ni tampoco infusiones. En el local compró un aceite de cannabis para palear sus intensos dolores, tras una reconstrucción con prótesis de la parte cérvico-dorsal de la columna. No es la primera vez que lo prueba, ya había consumido aceite hace cuatro años atrás, cuando su hermano le conseguía de Uruguay. Durante el tiempo que tomó el frasquito uruguayo, su calidad de vida mejoró.
La historia de Daiana puede ser la tuya, la de un conocido o la mía. El aceite de cannabis es reconocido por sus propiedades con fines terapéuticos a nivel mundial. Pese a que existe la ley nacional 27.350 de cannabis medicinal todavía no es legal adquirirlo o cultivarlo en Argentina.
Durante la cuarentena, las dificultades para conseguir el aceite aumentan, al igual que las dolencias y los malestares no solo por las enfermedades, sino también por el encierro.
"El cannabis me ayuda mucho a combatir la ansiedad y el trastorno del sueño en estos momentos", sostiene Carolina Blanco, mamá de Santino.
A diferencia de lo que sucede en Argentina, en los estados de Illinois, Colorado, San Francisco, Los Ángeles, Nueva York y California, los locales de venta de marihuana o grow shops, al igual que las farmacias y los supermercados, siguen abiertos. Estos comercios son esenciales durante el aislamiento obligatorio.
Auto cultivo
Santino tiene 12 años y fue diagnosticado con TEA a los dos años y medio. Hace más de cinco que toma el aceite que cultivan sus padres Carolina y Lucas, además de concerta de 5mg. "Encontré una terapia para mi hijo a través del cannabis y para nosotros también (en referencia también a Lucas, su marido)", dice su mamá.
La pareja se divide las tareas a la hora de cultivar en su casa ubicada en las afueras de Necochea. Además de preparar el aceite, Lucas fabrica cremas caseras con cannabis. Al revisar un motor se quemó una mano y parte del brazo, como conocía las propiedades de la planta decidió armar una crema para él. Gracias a la misma, la herida cicatrizó rápidamente y se le regeneró la piel.
"En la cuarentena, Santino solo tuvo una sola crisis, mientras que otras familias tuvieron varias, durante distintos días", dice Carolina aliviada. Y agrega: "Creo que el cannabis y las terapias lo ayudan mucho, pese a la ansiedad que le genera el aislamiento obligatorio".
Conocen que hubo casos en donde la policía allanó casas en estos días, aunque los propietarios usaban el cannabis con fines medicinales. "Hubo allanamientos por cultivar y malos procedimientos. No te preguntan porqué cultivas", sostiene Lucas. Mientras que Carolina hace hincapié en que "lo peor de un allanamiento es que te sacan la medicina, luego de meses y meses de trabajo".
"Uno por su hijo hace cualquier cosa", afirma el papá de Santino, aunque reconoce que es muy complejo cultivar, dado que la policía puede detenerlos.
También Valeria Salech, madre de Emiliano y creadora de Mamá Cultiva, encontró en la planta el remedio justo para su hijo que tiene autismo no verbal y epilepsia. "Hace más de 10 años cultivo, tengo total autonomía del tratamiento de mi hijo. Toma poca medicación alopática porque pude manejar sus síntomas con cannabis", explica.
Valeria sostiene que "al auto cultivar ejerces un poder trascendental: le vas a dar una mejor calidad de vida a alguien".
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Venta por delivery
La venta del aceite de cannabis no se detiene, ni siquiera en la cuarentena. Pese a los mayores controles viales, las dietéticas continúan vendiendo y hacen los envíos a través de motos o aplicaciones de delivery. Al igual que el aceite, las semillas también se pueden conseguir.
De hecho, Daiana pudo conseguir el aceite a $2.300 de 10ml, aunque hace tiempo que no lograba comprar. Hace cuatro años, lo probó luego de su operación. “El aceite me hacía sentir súper bien. Consumía bajas dosis de CBD y de una misma cepa”, explica. En ese entonces, el hermano de Daiana estaba de novio con una chica de Uruguay, ella le traía el frasco. Cuando la pareja se separó, Daiana no pudo conseguir más el aceite hasta este sábado.
“Me costó bastante conseguir el aceite en el país. Me acerqué a muchas dietéticas que vendían, no solo en mi barrio, pero no tenían idea como lo hacían, ni quienes lo producían", sostiene.
El aceite Charlotte´s Web de 30ml., importado de Estados Unidos, cuesta $35.000 en una dietética e incluye el envío por moto. El mismo está en oferta, ya que en realidad su valor es de $40.000. En abril pasado, Charlotte Figi, la niña estadounidense de 13 años que inspiró la creación del aceite, murió por el coronavirus.
"Pese a que es muy costoso el aceite, la gente está desesperada y lo intenta comprar igual", explica Lucas. Y agrega: "La gente iba a Chile o a Uruguay a comprarlo y ahora no pueden".
Otra cuestión que destaca al comprar el aceite en el mercado negro es que "no sabe sobre su calidad". Ante la falta de conocimientos, Lucas recomienda el auto cultivo "porque ahí se tiene la certeza de lo que uno toma".
Universidades nacionales como la de La Plata, Rosario y Buenos Aires estudian los componentes. En la UBA, ese control de calidad lo hace Fresia Silva Sofrás –una bióloga oriunda de Esquel–, la primera científica argentina que investiga derivados terapéuticos de la planta de cannabis, a través de una beca del CONICET.
“Comprobé que la mayoría de los aceites que indicaban determinado componente en la etiqueta no lo contenían. Aunque no todas las muestras vienen del mercado informal, más de la mitad si, el resto son auto cultivados”, explica Fresia.
El control de calidad de los aceites no se realiza durante la cuarentena porque la UBA permanece cerrada.
Stock previo
Cuando el brote del coronavirus se veía en China y Europa, algunas personas decidieron comprar para varios meses el aceite. Roberto Manfrini, de 35 años, cuenta con un stock que le permitió no comprar durante este año. Los frascos que no usa los guarda en la heladera y el que utiliza habitualmente lo deja afuera.
"El precio del aceite aumentó mucho en los últimos cuatro meses. Creo que va de la mano de la estacionalidad del producto porque hace un mes y medio que se está cultivando de nuevo", relata.
"Tampoco se consigue el aceite fácilmente en los lugares donde siempre vendían como los grow shops, dado que están cerrados", dice Roberto.
Descubrió el aceite, cuando su mamá lo tomaba durante su tratamiento oncológico. "La oncóloga le recomendó el aceite que reemplazaba tres medicamentos para palear los efectos adversos de la quimio. Le dio buen resultado", explica. Luego, comenzó a tomarlo él por estrés y dolor de espalda causado por una hernia doble, aunque siempre supervisado por sus médicos.
"Si tuviese tiempo haría auto cultivo, pero nunca lo tengo. Por eso, compro el aceite", dice Roberto. Le compra a gente de confianza que se dedica a preparar el prensado para sacar el aceite de la planta. Aunque no descarta, en un futuro, cultivar.
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Talleres de auto cultivo
"Es el momento que más trabajo tenemos", dice Valeria Salech de Mamá Cultiva. Y agrega: "En la cuarentena, hay dificultades para importar el aceite y para interponer recursos de amparo. Entonces muchas personas se dieron cuenta que nosotras tenemos el tratamiento asegurado porque cultivamos".
Ante la nueva situación que se les presenta a quienes consumían aceite comprado, y ahora no pueden, deciden acercarse a la ONG para buscar acompañamiento y aprender sobre auto cultivo. Todos los talleres que brindaban antes de la cuarentena pasaron a la modalidad virtual.
El récord de consultas no tardó en llegar. "Del 15 de abril hasta el 17 de junio se anotaron 325 personas para tener un acompañamiento personalizado", confirma Valeria.
"La gente toma conciencia de la importancia que tiene gestionar tu propia salud y ser independiente de un sistema que colapsó", dice. La mayoría de las personas están más tiempo en sus casas por el aislamiento. Para Valeria, esta cuestión hizo que hayan más interesados en dedicar un rato del día al auto cultivo.
Durante estos tres meses, Valeria se sorprendió con los logros de los talleristas. "Hicieron cosas increíbles, como esquejeras e indoors. La gente se da maña porque ahora tienen tiempo, y además porque da mucha satisfacción el cultivo", relata.
Más del 60% son mujeres cuidadoras que contactan a la ONG porque quieren darles el aceite a sus hijos, maridos o padres.
¿Y el Estado?
"Hace más cuatro años, estamos disfrazadas de Estado, dándole respuesta a una población que en realidad necesita una respuesta estatal, que no la da", dice Valeria.
Además, Valeria reconoce que Mamá Cultiva nunca da abasto. "Es la historia de nuestras vidas", afirma. Y agrega: "Aunque hay organizaciones cannábicas en todo el país y nacen nuevas, nuestra ONG sigue con muchísima demanda".
En este punto, aclara que "siempre se va a necesitar al Estado en esta cuestión de salud", dado que muchas enfermedades acarrean dolor, y por lo tanto, pueden utilizar el aceite para sentirse mejor. "Es lógico que todos quieran acceder al aceite, pero no está bien que la única respuesta posible sea dada por las ONG", aclara.
"El camino más corto es que se vuelva a reglamentar la ley 27.350, en función a las necesidades de las personas. De esta manera, se podría habilitar el auto cultivo", explica.
Desde que asumió el nuevo gobierno, Mamá Cultiva tuvo varias reuniones con funcionarios. Entre ellos se juntaron con la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, la presidenta del CONICET, Ana Franchi, la Secretaría de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti y diputadas como Carolina Gaillard (fue la "abanderada" de la ley de cannabis medicinal), Gabriela Cerruti y Mara Brawer.