Cuando se cumple un mes del ataque de Hamas en territorio israelí que desató la guerra en la Franja de Gaza, la edición argentina de una campaña internacional para pedir por los niños secuestrados por el grupo palestino llegó al Obelisco, donde se instalaron osos de peluche, algunos con sus ojos y bocas vendadas, y carteles con los nombres de los pequeños cautivos.

El reclamo había hecho su paso el lunes por la tarde por la Plaza Israel del barrio porteño de Palermo y esta mañana se hizo visible en el emblemático monumento de la ciudad de Buenos Aires.

Se trata de la campaña de concientización #Liberenlos, #Kidsnapped y #BringThemBackHome, que los organizadores locales remarcaron que tiene por objetivo visibilizar a los y las niñas “que continúan secuestradas, poniendo nombres e historias a sus vidas, para concientizar a la población argentina sobre lo que está sucediendo en Medio Oriente luego de la irrupción del grupo terrorista Hamas en suelo israelí y el asesinato y violación de más de 1.000 personas además del secuestro de más de 200 víctimas”.

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El paso del icónico reclamo por la Plaza Israel en Palermo, el último lunes (Foto: Télam).
El paso del icónico reclamo por la Plaza Israel en Palermo, el último lunes (Foto: Télam).

Mientras tanto, en el terreno donde se está produciendo la guerra, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, afirmó que consideraría "pequeñas pausas tácticas" en los combates en Gaza para permitir la salida de rehenes o el paso de ayuda, pero rechazó de nuevo los llamamientos a un alto el fuego total, a pesar de la presión internacional.

Tras rodear la densamente poblada ciudad de Gaza -en el norte del enclave de 2,3 millones de habitantes donde tiene su base el grupo islamista Hamas- el Ejército israelí declaró que había tomado un complejo militar y se disponía a atacar a los combatientes escondidos en una madriguera de túneles subterráneos.

Israel atacó Gaza con bombardeos e ingresos por tierra desde la incursión del movimiento palestino en el sur del país hace exactamente un mes, cuando sus combatientes mataron a 1.400 personas y tomaron a 240 rehenes, según las autoridades israelíes, en una de las incursiones más sangrientas y masivas en el marco del largo conflicto en la región.

Las autoridades sanitarias de Gaza afirman que el contraataque israelí causó hasta el momento la muerte de más de 10.000 palestinos, entre ellos unos 4.100 niños.

Ambas partes han rechazado los cada vez mayores pedidos de alto al fuego. Por un lado, Israel afirma que primero deben liberarse los rehenes, mientras que, por otro, Hamas asegura que no los dejará en libertad ni detendrá los combates mientras Gaza esté siendo atacada.

Palestinos buscan víctimas en el lugar de los ataques israelíes contra viviendas, en el campo de refugiados de Maghazi, en el centro de Gaza (Foto: Reuters vía NA).
Palestinos buscan víctimas en el lugar de los ataques israelíes contra viviendas, en el campo de refugiados de Maghazi, en el centro de Gaza (Foto: Reuters vía NA).

Netanyahu desestimó un alto el fuego general, porque eso obstaculizaría el esfuerzo bélico de su país, pero señaló que seguirá considerando una pausa de los combates por razones humanitarias, idea apoyada por el principal aliado de Israel, Estados Unidos, sobre la que el líder israelí declaró: “En cuanto a las pequeñas pausas tácticas -una hora aquí, una hora allá- ya las hemos hecho antes. Supongo que comprobaremos las circunstancias para permitir la entrada de bienes, bienes humanitarios, o la salida de nuestros rehenes, rehenes individuales”.

"Pero no creo que vaya a haber un alto el fuego general", agregó el mandatario de Israel.

En tanto, responsables de varios organismos de las Naciones Unidas instaron a que se evalúe la catastrófica situación en la zona: “Necesitamos un alto el fuego humanitario inmediato. Ya han pasado 30 días. Ya es suficiente. Esto debe acabar ya”.