El 25 de enero de 1997 el país se vio conmocionado por el crimen del fotógrafo José Luis Cabezas en Pinamar, en lo que fue un hecho perpetrado por una banda vinculada al empresario postal Alfredo Yabrán. Tras ser acusado por la policía de ser el responsable del asesinato, decidió quitarse la vida, en 1999.

Un año antes de su muerte, Cabezas había logrado fotografiar al enigmático y sigiloso empresario propietario de la empresa OCA, a lo largo de una cobertura de verano que realizaba con su colega Gabriel Michi para Noticias. 

Sacarme una foto a mí es como pegarme un tiro en la frente. Ni los servicios de inteligencia tienen una foto mía”, era la frase de cabecera de Yabrán. 

José Luis Cabezas fue asesinado el 25 de enero de 1997.
José Luis Cabezas fue asesinado el 25 de enero de 1997.

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El homicidio fue cometido en un contexto político de disputa, que involucraba al entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, y Carlos Menem, Presidente de la Nación en aquellos años. 

Una vez que se conoció la noticia, Duhalde había afirmado que le “habían tirado un muerto”, para perjudicar su postulación a la presidencia, lo que acrecentó el conflicto con Menem.  

Un año antes del crimen, el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, había denunciado que Yabrán “lideraba una mafia enquistada en el poder”, por lo que Duhalde lo consideraba “sospechoso” de la muerte de Cabezas, mientras que Menem sostenía que el dueño de OCA era “un empresario más”. 

La foto de Yabrán caminando en la playa se publicó en marzo de 1996, en la portada de la revista Noticias, por lo que la investigación judicial determinó que el empresario se “tomó revancha” por esto. 

La emblemática foto que Cabezas le sacó a Yabrán (Foto: José Luis Cabezas, gentileza de Télam).
La emblemática foto que Cabezas le sacó a Yabrán (Foto: José Luis Cabezas, gentileza de Télam).

El asesinato del fotógrafo reveló vínculos existentes entre el gobierno, políticos y empresarios, provocando la renuncia del entonces ministro de Justicia, Elías Hassan, cinco meses después. El funcionario público había mantenido más de cien contactos  telefónicos con Yabrán. 

Tras varios meses de investigaciones, el juez federal de Dolores, José Luis Macchi, procesó y dictó prisión preventiva, en mayo de 1999, para Yabrán acusado de ser instigador del crimen. 

Luego de permanecer algunos días prófugo, el empresario postal se quitó la vida en un campo de su propiedad en Entre Ríos, donde se mantenía oculto. 

Los culpables

Prellezo, quien se encontraba al servicio de Yabrán y lideraba un grupo de delincuentes que se hacían llamar “Los Horneros”, fue quien encabezó la autoría material del asesinato. 

En febrero de 2002, el expolicía bonaerense fue condenado a reclusión perpetua, aunque solamente estuvo 13 años en prisión, a pesar de que la sentencia había sido ratificada en todas las instancias judiciales provinciales y nacionales. 

Otros condenados fueron el expolicía Aníbal Luna, culpado también a cadena perpetua pero logró la libertad condicional en 2017; el exjefe de Seguridad del empresario, Gregorio Ríos, también con perpetua como instigador del hecho pero con libertad condicional desde 2008; y el comisario Mario “Liebre” Gómez, penado por liberar la zona en la que ocurrió el crimen. Logró la libertad en 2006. 

Por último fue sentenciado el convicto Sergio Cammaratta, quien falleció en el penal de Dolores en 2015, acusado de haberle hecho “un seguimiento” a Cabezas cuando trabajaba en Pinamar en aquel verano de 1997.