Minutos antes del mediodía, comenzó la primera sesión después de la votación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). O sea, la segunda en lo que va del año. Después de una trabada discusión respecto a los proyectos que se tratarían, oficialismo y oposición consensuaron cuatro iniciativas. Tres de ellas cuentan con el amplio apoyo del arco político y una no. ¿Cuáles son?

Cannabis y cáñamo. Se trata de una iniciativa impulsada por el Ministerio de Desarrollo Productivo de Matías Kulfas. Busca promover la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial a través de un marco regulatorio con estrategias claras de seguridad, fiscalización y trazabilidad en la cadena. En el caso del cáñamo, una subespecie de la planta del cannabis, la idea es legalizar los eslabones productivos y de comercialización. El documento, que ya cuenta con media sanción del Senado y podría convertirse en ley este jueves, crea una agencia pública reguladora: Ariccame.

VIH y otras ETS. El proyecto de ley de VIH, Hepatitis Virales, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual, presentado por la frentetodista Carolina Gaillard, plantea un abordaje integral de contención e información para combatir la discriminación y los prejuicios que sufren los que poseen esas enfermedades. Otro de sus puntos establece pruebas de detección gratuitas, voluntarias, universales y confidenciales.

A su vez, crea un régimen de jubilación especial para portadores de VIH y Hepatitis B o C, pensiones no contributivas y vitalicias para quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad social, así como un Observatorio Nacional sobre Estigma y Discriminación que tendrá como función visibilizar, documentar y erradicar las vulneraciones a los derechos de las personas afectadas.

Incentivos a la Construcción. Se tratará la prórroga del Régimen e Incentivo a la Construcción Federal Argentina y Acceso a la Vivienda. La normativa otorga beneficios impositivos para quienes participen del blanqueo de capitales no registrados. El último plazo finalizó en diciembre pasado y la extensión ahora sería por 180 días más. Asimismo, el documento prevé que, durante un plazo de un año, aquellos titulares de programas sociales que sean contratados por el sector en el marco de proyectos alcanzados por el régimen puedan mantener sus planes a la vez que se insertan en el mercado laboral.

BUP. Quizás el proyecto más polémico: la Boleta Única de Papel fue consensuada por todos los bloques de la oposición. Entre las distintas fuerzas realizaron un pedido de sesión especial, que el oficialismo desestimó de forma tácita al formalizar una citación para unos minutos antes. Finalmente, se acordó una sesión conjunta, pero para tratarse sobre tablas –sin que pase por comisión–, se necesitan los dos tercios, un número imposible sin el acompañamiento del Frente de Todos (FDT). Por eso, se espera que la propuesta opositora no prospere. Sin embargo, allí reconocen un progreso: la conformación de la comisión para su tratamiento, que hasta ahora estaba paralizada.

El proyecto plantea la transformación del sistema electoral argentino para dejar atrás la convencional boleta sábana y pasar a una única papeleta que reúna todas las categorías y espacios políticos en disputa. En Argentina ya existen casos puntuales, como los de Santa Fe y Córdoba.