Con la salida de Matías Kulfas del Ministerio de Desarrollo Productivo producto del escándalo del off en el que el funcionario acusó a la Vicepresidenta por actos de corrupción, se oficializó su reemplazo: Daniel Scioli, actualmente embajador argentino en Brasil. El exvicejefe de Estado, exgobernador bonaerense y excandidato presidencial en 2015 llega al Gabinete nacional tras dos años de gestión en el territorio del principal socio económico del país. ¿Cuáles fueron sus principales hitos que lo llevaron al nuevo cargo?

Exportaciones. Potenciar la venta de productos argentinos a la nación limítrofe fue una prioridad para Scioli desde que asumió. "No se trata de comprar menos a Brasil, sino que Argentina pueda vender más”, decía en ese entonces, cuando la balanza bilateral entre los dos países en lo que iba de 2020 arrojaba un déficit de U$S 275 millones y tocaba mínimos históricos. El rojo se mantuvo algunos meses más, pero con una creciente tendencia al equilibrio.

En diciembre de ese año, se rompió la barrera y Argentina registró –según la Cámara de Comercio (CAC)– un superávit de US$ 80 millones, luego de siete meses de ir a pérdida. En febrero de 2021 el saldo positivo acumulado alcanzaba los US$ 150 millones, más de cinco veces mayor al observado en el mismo período del 2020. En junio, Scioli anunció que Brasil volvía a ser “nuestro socio comercial número uno”, habiendo sido desplazado temporalmente por China en los meses precedentes.

La escalada de las exportaciones argentinas siguió un firme ritmo, para octubre eran un 50,5% más, medido de forma interanual. Eso llevó que en 2021, fueran las más altas de los últimos siete años y el país revirtiera el déficit comercial anual con ventas de hasta US$ 11.949 millones, que representaron un alza de 51,3% contra 2020 y de 12,2% contra 2019.

Nuevos mercados. En esa línea, algunos hitos alcanzados por la Embajada fueron de mucha ayuda. La aprobación de las autoridades brasileñas a la importación del trigo transgénico de producción nacional y resistente a la sequía fue uno de ellos. La recuperación de la venta de langostinos argentinos que se había interrumpido durante ocho años por una cautelar de productores cariocas, otro: allí el diplomático llegó a pedirle a la Corte Suprema de esa nación que facilitara la reanudación.

Asimismo, logró que se retomara la exportación de uva sin bromurar, con enormes cargamentos de uva a granel fresca, que implicó un mercado potencial de U$S 20 millones. Y por último, otro punto destacable fue la habilitación para el ingreso de la merluza argentina, que estaba bloqueada, en un momento en el que el precio internacional era de U$S 3.800 la tonelada.

Cercanía con Bolsonaro y conflicto del trigo. El exgobernador bonaerense se propuso desde un primer momento acercar posiciones con Jair Bolsonaro, pese a las diferencias ideológicas que los separan tanto de él, como del presidente Alberto Fernández. En distintas reuniones, forjaron un vínculo estrecho.

En enero de 2021, durante un encuentro con el secretario de Asuntos Estratégicos Flávio Viana Rocha, Scioli le manifestó su preocupación por una reciente medida del Gobierno que autorizaba la compra de trigo sin aranceles a países que no eran miembros del Mercosur, una decisión que afectaría las exportaciones argentinas de esa materia prima, que representan el 15% del total que se vende a la nación vecina. De repente, el jefe de Estado brasileño lo mandó a llamar.

Daniel Scioli y Jair Bolsonaro, festejando el primer año del argentino al frente de la Embajada.
Daniel Scioli y Jair Bolsonaro, festejando el primer año del argentino al frente de la Embajada.

Cuando el ahora flamante ministro entró al despacho que se encontraba a apenas unos metros, Bolsonaro lo esperaba con una torta, velas y una botella de cachaza para celebrar su primer aniversario como embajador argentino en Brasilia. Después, subieron una foto de la reunión improvisada y el diplomático contó que el mandatario le aseguró que las exportaciones argentinas estaban “garantizadas”. "La rivalidad es sólo para el fútbol", bromeó.

Gasoducto. Desde sus primeros meses de gestión, Scioli avanzó en un acuerdo con las autoridades extranjeras para la construcción de un nuevo gasoducto desde Vaca Muerta hasta Porto Alegre, una megaobra de más de 1.430 kilómetros y una inversión de cerca de U$S 5.000 millones. El proyecto, clave para la integración energética entre ambos países –dado que Brasil necesita gas y nosotros, mercados e inversiones–, estaría listo a fines de 2023.

Acuerdo por el gas. En el rubro energía también surgieron inconvenientes durante su gestión. En abril de este año, crecía la preocupación en Argentina por la potencial falta de gas –a causa del incremento de los precios internacionales del fluido– en el próximo invierno. Scioli fue el artífice de un acuerdo para que Brasil cediera parte de sus importaciones provenientes de Bolivia y así Argentina pudiera evitar una crisis energética al contar con “algunos millones de metros cúbicos más durante el invierno que después se lo compensaríamos”.

Inundaciones en Bahía. A fines del año pasado, con las inundaciones de Bahía, Argentina ofreció su ayuda humanitaria para colaborar con la catástrofe. El gobernador de ese distrito, Rui Costa, opositor al Gobierno nacional brasileño, había pedido aceptar el apoyo de los Cascos Blancos argentinos, pero la Cancillería del país vecino rechazó la propuesta. Eso generó un revuelo importante bajo la presunción de que el clima entre ambas naciones estaba en momentos de tensión. Allí, fue Scioli quién salió a brindar aclaraciones y despejar las incógnitas. Dijo que la decisión fue de características “técnicas”; “en los mejores términos” y que condecía “con los mejores momentos de cooperación en la relación entre Argentina y Brasil”.

Relaciones comerciales. Además de su fluido vínculo con Bolsonaro, el embajador acercó a gobernadores, intendentes, y empresarios locales con compañías y centros productores vecinos. En su gestión, se completaron 14 cámaras bilaterales de comercio e industria entre los sectores privados y públicos. Recientemente, en mayo, lanzó una misión comercial con 664 reuniones entre 22 empresas nacionales y 60 brasileñas, con la intención de que se firmen acuerdos para bajar los costos logísticos y aportar fluidez al comercio entre ambas partes.