Mientras la discusión central está orientada en las definiciones de las listas presidenciales, el Gobierno nacional sufrió dos nuevas derrotas provinciales en San Juan y Misiones, que ratifican un derrotero que ya incluye diez fracasos consecutivos y profundiza los cuestionamientos sobre el éxito de la candidatura de Mauricio Macri en agosto y octubre.

Para Cambiemos, el peso de la caída impacta más fuerte en la provincia norteña. Humberto Schiavoni fue el primer candidato orgánico que presentó el PRO en el tablero electoral y cayó de manera categórica ante Oscar Herrera Ahuad, que extenderá el legado edificado por el Frente Renovador de la Concordia en el distrito desde 2003.

Las cifras son sorprendentes, teniendo en cuenta que el peronismo esperaba sumar 60 puntos: más del 72de los votos, contra solo 17% del contrincante.

A diferencia de los postulantes radicales que eligieron desprenderse del oficialismo nacional, el senador y presidente del Consejo Nacional del partido macrista ligó su campaña a la gestión del primer mandatario.

Y quizás esa sea la principal razón para explicar el rutilante fracaso, debido a que la intención de voto de Macri en tierras misioneras ronda apenas el 15%, mientras que en algunos sondeos es superado, incluso, hasta por Sergio Massa.

El vencedor, bendecido por el actual gobernador Hugo Passalacqua, buscó provincializar la elección y afirmó que el resultado no tendrá injerencia en el escenario nacional. En este sentido, Passalacqua -al igual que el chubutense Mariano Arcioni- es uno de los pocos mandatarios provinciales que no se ha encolumnado detrás de la fórmula Fernández-Fernández.

En San Juan, el resultado se avizoraba previsible. Sergio Uñac repitió la performance de las PASO, alcanzó el 56% de los votos y le sacó más de 20 puntos de distancia a la versión local de Cambiemos, personificada en Marcelo Orrego, que rechazó cualquier tipo de apoyo de la Casa Rosada.

"Creo que los sanjuaninos han votado solo la cuestión provincial", esgrimió el gobernador reelecto, en conferencia de prensa, luego de que la tendencia se tornó irreversible.

De cara al escenario nacional, pese a sus coqueteos iniciales con Roberto Lavagna, celebró el gesto de Cristina Fernández de Kirchner y decidió encolumnarse detrás de la candidatura de Alberto Fernández. En su provincia, al igual que sucedió en Entre Ríos y La Pampa, consiguió unir en la boleta al peronismo federal, el kirchnerismo y el Frente Renovador.