En una réplica de lo que sucedió la semana pasada en la Cámara de Diputados, el Senado aprobó este miércoles el proyecto oficial para restaurar la sostenibilidad de la deuda pública externa y Martín Guzmán tendrá en su poder una Ley que le delega amplias facultades para renegociar los pasivos con el FMI y los acreedores privados, que se calculan en U$S 142.000 millones.

La iniciativa, que declara “prioritaria para el interés de la República Argentina” la problemática de la deuda, autoriza al Ministerio de Economía a la prórroga de la jurisdicción en tribunales extranjeros y a reperfilar la deuda en materia de plazos, amortizaciones de capital, vencimientos de intereses y emisión de nuevos títulos públicos.

La autorización institucional para prorrogar la jurisdicción en tribunales extranjeros es una exigencia de los acreedores en función de sus intereses, ya que obliga a la Argentina a dirimir controversias que pudieran surgir en tribunales de otros países.

El propósito que facilitó el acuerdo entre oficialismo y oposición fue el de mostrar ante el FMI y los bonistas un consenso de Estado en pos de reestructurar la deuda. De cara a la negociación, el Gobierno contará con una norma de rango legal, además de poseer facultades extraordinarias para decidir qué camino tomar para pagar los pasivos.

“Esta ley es una herramienta que necesita el Poder Ejecutivo. Necesita plazos más largos, ya que tiene voluntad de pagar la deuda”, afirmó el jefe del interbloque del Frente de Todos, José Mayans.

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Previo a la sesión, desde Juntos por el Cambio se habían realizado cuestionamientos al proyecto, más allá de confirmar el acompañamiento.

“En el proyecto no se establecen los montos ni el tipo de deuda que se va a renegociar, a diferencia de la renegociación que se inició en 2016, cuando se establecieron montos, plazos y el seguimiento de la Comisión Bicameral. Ahora, todo va a quedar supeditado en la autoridad de aplicación sin que el Congreso tenga precisiones sobre cuánto y qué se va a renegociar”, decía Luis Naidenoff en una entrevista con el El Canciller.

En la alocución más polémica de la sesión, el senador Oscar Parrilli, le respondió a la flamante vicepresidenta del PRO, Laura Rodríguez Machado, quien en su discurso había manifestado que el kirchnerismo le entregó el mando a Mauricio Macri en default. “Ese sector quiere seguir mintiendo, lo que hicieron fue peor que la dictadura”, dijo.

Por su parte, Esteban Bullrich criticó el uso del sitio web oficial de la Cámara alta por parte de Cristina Kirchner, a través del que respondió a dos artículos de Clarín y La Nación. “Los artículos carecen de firma, atacan la libertad de prensa y parece que fueran emitidos por el pleno del Senado. Nos hace decir a algunos lo que no dijimos y eso es un ejercicio violento”, lanzó.

Cristina no comandó la sesión ya que está en ejercicio del Poder Ejecutivo, por el viaje a Europa de Alberto Fernández. Por eso quien ejerció su rol fue la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma Abdala.

Mesa de Trabajo integrada con Diputados

También por unanimidad, el Senado aprobó un proyecto de resolución para sumarse a la mesa de trabajo que atenderá la situación de la deuda que las provincias y la ciudad de Buenos Aires mantienen con la Nación.

La iniciativa fue parte de la negociación entre el Gobierno nacional y los gobernadores de Juntos para el Cambio para acompañar el proyecto general.

La mesa de trabajo estará integrada por los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado, Sergio Massa y Cristina, las autoridades de los interbloques del oficialismo y la oposición, la Jefatura de Gabinete y los ministerios de Economía y de Interior.