La incertidumbre rodea al escenario de las PASO. Las dos principales fuerzas realizan sus últimos actos en los grandes centros urbanos del país. Como en 2015, Córdoba se erige como la provincia clave para inclinar la balanza hacia uno u otro lado. Alberto Fernández llegará a las elecciones del domingo con cuatro visitas en un mes a la provincia que gobierna Juan Schiaretti. Mauricio Macri viaja este miércoles para cerrar un acto cuyo anfitrión es el diputado Mario Negri, optimista respecto a los comicios en su distrito luego de haber recibido los últimos números del estudio de Federico Aurelio.

 

La primera victoria llegó en 2011, con el famoso 54% de los votos de CFK. Pese a que el FPV sacó casi 20 puntos menos que a nivel nacional (37,2%), fue la fuerza más votada. En 2015 Córdoba volvió a erigirse como la provincia del antikirchnerismo: el líder de Cambiemos sacó 53,2% contra un 20,4% de Sergio Massa -que había competido en las PASO con el entonces gobernador José Manuel de la Sota- y apenas 19% para Daniel Scioli. En el balotaje, la brecha se amplió. Macri fue elegido por el 72% de los cordobeses. La diferencia a nivel nacional (680 mil votos) fue menor a la del distrito (900 mil).

A pesar de estos resultados, las elecciones provinciales del 12 de mayo de este año encendieron alarmas en el oficialismo. Schiaretti fue reelecto con un 54% de votos contra un oficialismo que fue dividido debido a que no hubo acuerdos entre los candidatos Mario Negri y Ramón Mestre (que sacaron 17,8% y 11%, respectivamente. Sumados, casi 28%). El oficialismo confía en que dentro del electorado que eligió al actual gobernador hay una importante cantidad de votos antiperonistas e incluso algunos "macristas” desencantados con la hecatombe que rodeó al armado electoral del partido en el distrito.