Tras el despido de Omar Yasín, a quien el Gobierno le atribuyó el error que hizo que los cargos jerárquicos del Poder Ejecutivo cobraran en los últimos meses un aumento salarial del 48%, el Gobierno oficializará como secretario de Trabajo a Julio Cordero, abogado que se desempeña en el Grupo Techint y en la Unión Industrial Argentina (UIA) y fue parte de la redacción del capítulo de reforma laboral del mega DNU 70/2023 que Javier Milei presentó a fines del 2023, apartado que se encuentra trabado en la Justicia.

En la administración libertaria dan por hecho que Cordero estará en sintonía con las ideas del Presidente en materia laboral y sindical. 

Además, el eventual secretario es delegado ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por la parte empleadora de la Argentina, y vicepresidente del Instituto Derecho Social y del Trabajo. También, se desempeñó como asesor de grandes empresarios del país.

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En nombre de la UIA, en septiembre pasado, el abogado estuvo presente en el debate que se dio en el Congreso sobre el proyecto de ley para reducir la jornada laboral y se opuso a la iniciativa. 

"Yo limito la jornada para que trabaje menos, ¿para qué? ¿O sea, está mal trabajar, estamos en contra del trabajo? ¿Para qué, para ir afuera a hacer qué? Por supuesto, la vida familiar es absolutamente importante, pero esto ya se debatió internacionalmente. El límite dispuesto por la OIT es de 8 horas diarias o 48 horas semanales", indicó durante su exposición ante la Comisión de Legislación del Trabajo de Diputados.

La justificación formal de la salida de Yasín fue que el jefe de Estado le había pedido al funcionario de la cartera de Capital Humano que en la resolución homologatoria del acuerdo salarial de enero aclarara que los incrementos de sueldo no fueran extensivos a los funcionarios del Ejecutivo, diligencia con la que no habría cumplido. 

Pero, una fuente con oficinas en Balcarce 50 le alertó a la agencia NA que existían "diferencias de criterios" con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, a la hora de trabajar, y que el descuido "precipitó todo", es decir, motorizó la salida del ya apuntando abogado laboralista.