La imagen de Horacio Rodríguez Larreta como articulador de la victoria de Juntos por el Cambio (JxC) en las últimas elecciones es sólida hacia afuera. Pero hacia dentro, el radicalismo intenta mostrar otra cosa: la mayoría de las provincias amarillas en realidad fueron rojas y en la provincia de Buenos Aires, la Unión Cívica Radical (UCR) ganó en casi todos los municipios. Por eso, a días de los comicios, el partido centenario difundió una imagen mostrando su poderío territorial y dejando en claro su rol protagónico como artífice de la victoria nacional.

El mapa que difundió la UCR.
El mapa que difundió la UCR.

Así como, hacia afuera, en la coalición opositora se mostraron indignados con la sobre-exageración del Frente de Todos (FDT) por un triunfo oficialista que no existió, en el interior de la alianza cambiemita la inconformidad por la remontada del peronismo es manifiesta. Algunos “duros” como Patricia Bullrich o Ricardo López Murphy lo expresaron públicamente. En la Provincia, el radicalismo también patalea, pero en off the record. “Fue una vergüenza como apostaron al arrastre de (Diego) Santilli, no trabajaron más y no sumaron un voto más”, dijo a El Canciller un integrante de la cúpula de Adelante Buenos Aires.

Proyecto 2023

La luna de miel entre Diego Santilli y Facundo Manes parece haber durado poco. Aquello que después de las PASO se había convertido en un tándem obligado por la abreviación de las dos listas, el 15 de noviembre se lo llevó el viento. “El primer traidor es el que negocie la vicepresidencia con Larreta”, disparó el neurocientífico, y con eso inauguró formalmente la insurrección radical hacia 2023.

La frase de Manes encierra un truco capcioso: apunta al jefe de Gobierno y deja –por omisión– al PRO fuera de la discusión. El embate es contra la centralidad de Larreta, no hacia otros actores como Bullrich, con la que incluso el gobernador Gerardo Morales ha amagado para integrar una fórmula. En Adelante niegan las versiones de que intenten colocar una vicepresidencia en dos años: “El principal objetivo del partido es tener un candidato presidencial y llegado el momento se verá. Estamos apuntando más alto”.

La ecuación que hacen en la UCR es que, con el FDT diezmado en lo electoral, no hará falta embanderar el antikirchnerismo como estrategia, sino apelar a los sectores medios que se desencantaron con la gestión actual. Allí inflan el pecho, dan un paso adelante y plantean que los indicados para la tarea son ellos.

“Tiene dos años para recorrer y construirse como candidato”, advierten a este medio en alusión a Manes, a quien no le interesa ningún cargo en la Cámara de Diputados ni en el Comité nacional, sino su proyección nacional. Por eso, aprovechará ese lapso para caminar el país, sobre todo en territorios hostiles donde la hegemonía peronista pareciera ser inclaudicable: irá a Santiago del Estero, Tucumán, La Rioja, Formosa, Catamarca y el conurbano bonaerense, sobre todo en Tercera sección electoral.

“El radicalismo tiene que tener una agenda propia. Tiene que hacerse más fuerte en el conurbano, que es donde nos falta”, afirma a este medio un diputado nacional de boina blanca que reconoce que en el Interior de la Provincia están cómodos. Trabajo, transporte y seguridad, entre los tópicos que buscarán embanderar.

El mapa se tiñe de ¿rojo?

De las 13 provincias en donde se impuso JxC, siete tuvieron un protagonismo radical notorio y en dos hubo responsabilidad compartida. Además, en el primer grupo se encuentran tres de las más importantes: Córdoba, Mendoza y Santa Fe. En La Pampa y Buenos Aires la victoria se logró por la conjunción de fuerzas.

En el caso bonaerense, de los casi 110 municipios en donde ganó la coalición opositora, más de 80 corresponden a la UCR. En el partido centenario mostrarán esos pergaminos –además de una presencia parlamentaria más que generosa– a la hora de plantarse de cara a 2023.

Resultados de las PASO en JxC. En los distritos rojos se impuso la UCR sobre el PRO, mientras que en los amarillos a la inversa.
Resultados de las PASO en JxC. En los distritos rojos se impuso la UCR sobre el PRO, mientras que en los amarillos a la inversa.