Luis "Toto” Caputo ya tomó el timón del Banco Central. Con su arribo llegó un nuevo plan para intentar frenar la subida del dólar. Su principal objetivo, y del Fondo Monetario Internacional, es controlar el precio de la divisa norteamericana en una banda de entre $26 y $28. Para eso, el ex presidente del Deutsche Bank trazó tres medidas que este fin de semana anticipó a distintos banqueros con el objetivo de que no salgan a presionar sobre el tipo de cambio.

Ponen a prueba el "Plan Caputo" frente al mercado para contener el dólar y ser "economía emergente"

La primera idea de Toto es -entre y hoy mañana- licitar dólares de tres a tres y cuarto de la tarde para evitar que el mercado digite el precio de la divisa, como le pasaba a Federico Struzenegger. Quiere que el mercado opere todo el día a sabiendo que el Central sobre el final del día bursátil saldrá a rematar dólares. Parte de estos llegarán gracias a la promesa que le hizo el sector agroexportador de liquidar una mayor cantidad entre junio y julio.

Este es el plan para hoy y mañana, porque el miércoles es feriado y el jueves llegan los tan deseados USD 15.000 millones del Fondo.

Otro de los movimientos que ideó Caputo es bajar 5% las posiciones de los bancos. Ahora, se los obliga a poner más dólares en el mercado así la oferta es más amplia y así no se consumen reservas , por lo que estiman que las entidades bancarias se deberían desprender de USD 800 millones. Todo esto también se articulará para lograr bajar la tasa de interés que el viernes llegó al 60% y desarmar las Lebac, como pide el FMI.

El miércoles el MSCI, la empresa dedicada a clasificar los mercados financieros del mundo, deberá decir si la Argentina pasa a ser una "Economía Emergente” y así salir de la clasificación de "Economía de Frontera”. Esto es lo que espera el nuevo equipo del Central. Si el resultado es positivo, el plan Caputo será etiquetado como un éxito. Pero si no, vuelven los problemas. Aunque muchos ya creen que el país tendrá que esperar un año más para ascender. Sería una mala noticia para el Ejecutivo ya que espera sacar presión sobre el tipo de cambio y volver a ganar confianza.