Después de idas y vuelta, el directorio del Fondo Monetario Internacional terminó de aprobar hoy el préstamo stand-by por U$S 50.000 millones y el viernes girara los primeros U$S 15.000 millones que el Gobierno tanto espera para terminar con la crisis cambiaria.  El acuerdo se firmó por un plazo de tres años, en los que el Ejecutivo se compromete a seguir el plan económico que trazó con el Fondo para que el organismo siga inyectados dólares en el país. 

"El plan económico de las autoridades argentinas, respaldado por el Acuerdo Stand-By, busca reforzar la economía del país restableciendo la confianza del mercado mediante un programa macroeconómico coherente que reduce las necesidades de financiamiento, encauza la deuda pública argentina por una trayectoria descendente firme y afianza el plan de reducción de la inflación mediante metas más realistas y el fortalecimiento de la independencia del Banco Central”, así lo informó el Fondo al terminar la reunión que se dio hoy por la mañana en la ciudad de Washington, en la sede de la entidad. 

Además agregó que "el monto restante del respaldo financiero del FMI (US$ 35.000 millones) estará disponible a lo largo de la duración del acuerdo, supeditado a exámenes trimestrales a cargo del Directorio Ejecutivo. Las autoridades han anunciado la intención de girar contra el primer tramo del acuerdo, pero posteriormente tratarán el resto del acuerdo con carácter precautorio”.

Este fue el último pasó burocrático que restaba para terminar de afinar el acuerdo. El prestamo tiene el respaldo de muchos países, principalmente lo que pertenecen a la entidad como: Estados Unidos, Alemania, Japón, China, Gran Bretaña y Francia. Y luego, en el G-7, el Presidente sintió el apoyo del resto de la comunidad internacional. Pero el problema lo encuentra puertas para adentro porque el Ejecutivo tiene que orquestar un gran ajuste donde en cada tuerca que va a tocar tiene un problema, por lo que el horizonte con el 2019 y la relección del colectivo Cambiemos es cada vez más difusa.