Axel Kicillof sí cree en los planes económicos. A diferencia de su par en Nación, Alberto Fernández, quien minimizó los beneficios de las proyecciones numéricas, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires se mueve en el Congreso local para conseguir la aprobación de su plan económico ¿pos?pandemia.

Se trata de la proyección de obras hidráulicas y viales (agua, cloacas y rutas) en todo el territorio bonaerense. El nombre, aún, no está definido, pero dejan circular un posible título que "reafirma" la ligazón de Kicillof con el Partido Justicialista: Plan Quinquenal.

El total de la inversión rondaría los 600 mil millones de pesos (algo así como U.$.D. 8.000 millones), según comentaron voceros del Gobierno provincial a El Canciller. El eje del proyecto está situado, en principio, en extender la cobertura de agua potable y cloacas a todos los distritos. El plazo es ambicioso: todas las obras tendrían como fecha final diciembre de 2025.

También resultaría un espaldarazo para paliar el desempleo. En su último informe, el Indec registró una desocupación del 12,4% en todo el Conurbano.

"No son planes delirantes. La intención es llegar a todos los bonaerenses con un recurso primario como es el agua. Son planes reales que se pueden llevar a la práctica", explicó el subsecretario de Recursos Hídricos bonaerense, Guillermo Jelinski.

Financiamiento

La primera pregunta que surge luego del anuncio es de dónde va a salir la caja para solventar los proyectos hidráulicos. Es que en el Ministerio de Economía de Buenos Aires aún aguardan que las negociaciones de la deuda -que comanda el ministro Martín Guzmán- con los acreedores privados lleguen a buen puerto. Solo así la Provincia también incluir su reestructuración del stock de deuda.

Entre las planillas de excel que actualizan en la cartera que maneja Pablo López, se calcula que la deuda pública provincial asciende a 10.913 millones de dólares. El mercado internacional de crédito, por ende, sigue cerrado.

Kicillof le prende una vela al financiamiento de bancos internacionales. Sabe que es el único modo, por ahora, de conseguir los dólares para el plan de obras públicas. Una muestra de aquello fue la semana pasado, cuando se el acuerdo con el Banco de Desarrollo para América Latina (CAF) por casi USD250 millones, para mejorar el sistema de agua potable en el Conurbano, Gran La Plata y Bahía Blanca.

En el paquete planificado también están las obras para el río Luján por 1.600 millones de pesos, que serían solventados por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y las estaciones de bombeo en el río Reconquista, que financiará el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

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La rosca en la Legislatura

Y con parte importante del Conurbano atravesado por la pandemia, Kicillof decidió delegar el plan quinquenal en las cámaras del Congreso bonaerense. No será una misión sencilla: el oficialismo no tiene mayoría ni el Senado ni en Diputados. Incluso, en la cámara Alta, la primera minoría corresponde a Juntos por el Cambio.

Sin embargo, ante ese panorama, el gobernador no pierde las expectativas. Es por eso que envió a uno de los suyos, el ministro de Obras Públicas, Agustín Simone, para que exponga -virtualmente- el proyecto ante los legisladores. El joven ministro contó que el plan de obras hídricas y viales sería lanzado para el 2021. Y en la comisión parlamentaria, los diputados de Juntos por el Cambio insistieron en la necesidad, primero, en desempolvar el proyecto de ley de obra pública, que especificaba los términos de contratación y regulaba a todos los actores involucrados, desde las empresas constructoras hasta las cooperativas sociales.

El borrador, que perdió estado parlamentario en 2016, era un viejo anhelo de la entonces gobernadora María Eugenia Vidal. Para sorpresa de la oposición, Simone dio luz verde al texto escrito por los amarillos. ¿Será esa la carta para el acuerdo legislativo?