Luego de que el Gobierno nacional diera a conocer que analiza la posibilidad de inspeccionar la Estación Espacial china ubicada en Neuquén, la administración encabezada por Rolando Figueroa respaldó la iniciativa del Poder Ejecutivo con el propósito de "asegurar la transparencia y garantizar la seguridad jurídica", según expresó en un comunicado.

"El Gobierno provincial sostiene que es imprescindible garantizar la seguridad jurídica en el cumplimiento de los contratos y acuerdos establecidos", inició el escrito.

Asimismo, apuntó a esclarecer "el desarrollo de las actividades" que se desarrollan habitualmente en las instalaciones que dependen de las Fuerzas Armadas del país asiático: "Es un proyecto de la Agencia Nacional China de Lanzamiento, Seguimiento y Control General de Satélites y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales".

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"El 22 de diciembre de 2012 se firmó un acuerdo tripartito entre esos organismos y la provincia del Neuquén; al año siguiente comenzó la construcción; en abril de 2015 se iniciaron las tareas de montaje de la antena y comenzó a funcionar en 2017", se recapituló en el texto.

La gobernación de la provincia se mostró dispuesta a efectuar "todos los controles pertinentes" con el objetivo de "asegurar el cumplimiento efectivo de todos aquellos ítems incluidos en los acuerdos y garantizar, al mismo tiempo, que no existan posibilidades de ninguna actividad que no se encuentre debidamente contemplada".

"Desde que asumió, este Gobierno tiene un inquebrantable compromiso de transparencia con la sociedad toda y este caso no escapa a esa premisa", aseguró por su parte la secretaria de Planificación y Vinculación Institucional de la Provincia del Neuquén, Leticia Esteves.

El revuelo se generó en la previa de la visita de la Jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, quien ya se encontró con el presidente Javier Milei. Además, el embajador Marc Stanley avivó las llamas y cuestionó: "Me sorprende que la Argentina permita que las Fuerzas Armadas chinas operen en Neuquén, en secreto, haciendo quién sabe qué".

Las instalaciones radicadas en el paraje Quintuco comprenden un predio de 200 hectáreas, las cuales fueron cedidas por 50 años. Al ser territorio de China, Argentina debe pedir autorización para acceder.