El reformismo permanente que había comenzado el Gobierno a partir de las elecciones de octubre del 2017 debió ser interrumpido por el derroche del poder político ganado en los comicios que trajo el tratamiendo de la reforma previsional. Pero para el presidente de la Nación, Mauricio Macri, en 2018 debe continuar. Este año, con la imagen positiva en caída, los ánimos caldeados en las calles y un peronismo que comienza a trazar la unidad atado a una pata sindical, el oficialismo deberá enfrentar un contexto más hostil para seguir llevando modificaciones al Congreso.

Este jueves primero de marzo, Macri inaugurará el períodos de sesiones ordinarias en el Congreso. Para este año, el oficialismo ya puso en agenda varios proyectos vinculados a la modernización del Estado. A ese se le suma otra pelea difícil de dar: la reforma del mercado de capitales, una medida que no le traerá mucho rechazo popular, pero sí puede enojar a muchos personajes que el macrismo prefiere tener de su lado.

También se anotaron varios temas vinculados a la lucha de las mujeres, más allá de la reciente incorporación del debate de la despenalización del aborto a la agenda parlamentaria. Mayor asistencia a las mujeres más desprotegidas y campañas de prevención sexual. Además, un tema que preocupa mucho a los argentinos y que, de conseguirse resultados, podría generar un fuerte apoyo: la aceleración en los procesos de adopción.

Fundamental pero por ahora postergada aparece la reforma laboral, aquel proyecto que abrazaba a Macri con la CGT y del que ahora ningún sector ajeno al oficialismo quiere hacerse cargo. Las paritarias austeras que busca Cambiemos pueden terminar de sepultar el proyecto por este año, ya que el Gobierno advirtió que buscará consenso entre los sindicalistas y el peronismo que se presta al diálogo, cada vez más escaso.

Cambiemos busca meter a la Argentina dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico -OCDE-, que conjuga a 35 países (el 60% del PBI mundial). Para eso, la institución le demandó aprobar la Ley de Mercado de Capitales. El proyecto ya cuenta con la media sanción de Diputados y falta el debate en el Senado.

En Diputados, la prioridad será tratar el desglosado "Mega DNU" que el Gobierno mostró en enero bajo el título de “Modernización y desburocratización del Estado” y que la oposición logró disuadir para que se tratase en las Cámaras. Ahora, el proyecto será dividido en tres: uno ligado a la infraestructura, otro a la administración pública Nacional y el restante al desarrollo productivo del país.