Medio Oriente se metió en la grieta argentina (y la profundizó)
Mientras Alberto se encuentra finalizando su gira europea tratando de buscar acuerdos y consensos en torno a la deuda externa, el arco político oficialista y opositor sigue cavando la grieta. Es que la escalada violenta del conflicto entre Israel y Palestina se filtró en las voces de unos y de otros.
El puntapié inicial lo dio el comunicado de Cancillería. Allí la cartera que conduce el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá, manifestó su “preocupación” por el “uso desproporcionado de la fuerza” israelí. En un segundo lugar, se repudió la “respuesta” a través del lanzamiento de misiles desde la Franja de Gaza.
Para la oposición el mensaje posicionó a Israel como victimario y a Palestina como la víctima de estos acontecimientos históricos. En ese sentido, Patricia Bullrich distinguió que “no se puede poner en el mismo plano a quien ataca que a quien se defiende”.
La presidenta del PRO salió al cruce de las declaraciones con un tono confrontativo y respaldando la posición de Israel: “Señor Canciller, su posición va en contra de un principio básico: el derecho de defensa del Estado de Israel frente al ataque del grupo terrorista Hamas”. Y después agregó que la posición del gobierno argentino es “unilateral e ideológica” porque no apoya “a un estado democrático”.
En paralelo, el diputado nacional de Juntos por el Cambio, Waldo Wolff, envió una carta a la embajadora de Israel en Argentina, Galit Romen. Allí le manifestó su “apoyo al país” y “al pleno derecho de su auto defensa”.
Por otro lado, el diputado radical Alfredo Cornejo le respondió a la Cancillería y advirtió que “Hamas es un grupo terrorista”. A la par, sostuvo que “las relaciones exteriores de nuestro país no pueden continuar en manos de quienes ignoran la política internacional”.
El jefe de Gobierno porteño también repudió el “ataque perpetrado contra el Estado de Israel” y pidió por una “solución pacífica” para ambos países.
“La postura de Argentina sobre el conflicto entre Israel y Palestina respeta la posición de Naciones Unidas”, afirmó Alberto desde Europa al ser consultado por los diferentes medios que cubren la gira presidencial.
Lo cierto es que la política internacional tensó aún más la relación. Las redes sociales se hicieron eco de esta profundización de la grieta y mostraron las dos caras del discurso. Juntos por el Cambio flameó la bandera de Israel con el argumento de la réplica y la “autodefensa” contra el “terrorismo” islamita. Por el contrario, el Frente de Todos tomó una posición más alineada a Palestina al sostener la vigorosidad de una fuerza en detrimento de la otra. Evidentemente, el conflicto armado provocó posturas con solo dos matices y estiró aún más las diferencias.