Massa y Milei, a la caza de los votos: qué buscan los dos "finalistas" y qué decidirán dentro de Juntos por el Cambio
Mientras ambos candidatos recalibran sus estrategias para el balotaje, los demás partidos definen sus posturas. Cuáles son las diferencias dentro la alianza opositora que quedó relegada como tercera fuerza.
Las elecciones generales tuvieron a Sergio Massa, de Unión por la Patria, como el gran ganador de la jornada, mientras que Javier Milei, de La Libertad Avanza, no sumó votos respecto de las PASO, pero le alcanzó para relegar a Patricia Bullrich al tercer lugar y asegurarse su lugar en el balotaje. Ante esto, ambos candidatos presidenciales rearman sus estrategias de cara al 19 de noviembre, en tanto que Juntos por el Cambio cruje y analiza posturas y apoyos para la segunda vuelta.
El ministro de Economía anticipó el día después de los comicios cómo continuará su plan económico de cara al balotaje, y cuál será el esquema para fortalecer las delicadas reservas del Banco Central. En un encuentro con la prensa internacional, anunció la ampliación del programa de beneficio exportador para la liquidación de divisas que tenía el agro para todos los sectores por 30 días, además de asegurar que para el 2024 espera un superávit primario del 1% y que las exportaciones se incrementen en USD 31.000 millones.
Por su parte, Milei se mantuvo durante toda la jornada en el hotel Libertador, donde había montado su búnker. El libertario aprovechó para dar varias entrevistas, en las que insistió en abrir las puertas de La Libertad Avanza a Juntos por el Cambio, y en su buena relación con Mauricio Macri y dijo que sería bueno que lo respaldara públicamente. En la alianza opositora, empezaron a surgir diferencias que podrían poner en jaque la unidad.
Así, mientras Massa se mostró en su función ministerial asegurando sostener cierta tranquilidad cambiaria y financiera en las semanas previas a la votación decisiva, a la espera de trazar su estrategia política como candidato para conquistar a otros sectores, Milei optó por comenzar a declarar públicamente cuáles son los aliados con los que espera contar en la elección de noviembre.
En ese panorama, el resto de los partidos políticos, y sobre todo Juntos por el Cambio, deberán resolver y definir si se inclinarán en favor de alguno de los candidatos o si dejarán a sus votantes en libertad de acción.
En las últimas horas se suspendió un encuentro previsto para este martes del que no iba a participar Bullrich -quien retomó la presidencia del PRO tras perder el domingo último con el 23,83%-, y que tenía como objetivo un debate interno para trazar el rumbo a seguir entre el expresidente Macri, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y la diputada nacional María Eugenia Vidal, y otros referentes del espacio.
Tras los demoledores resultados en las elecciones de este domingo para la alianza opositora, la Coalición Cívica-ARI, otro de los espacios que integran Juntos, ya resolvió en una reunión de sus máximos representantes que no llamará a votar a favor de Massa ni de Milei.
"Aceptamos el resultado electoral, pero no votaremos por ninguna de las dos opciones que competirán en el ballotage, las que proponen gobiernos irresponsables basados en imposibilidades morales y políticas y pacto de impunidad. En consecuencia, no es ni con Massa, ni con Milei", sostuvieron.
En un comunicado firmado por todos sus líderes, con la notable excepción de la fundadora, Elisa Carrió, el partido anunció que trasladará la propuesta a la mesa nacional de Juntos por el Cambio, con la intención de llegar a una postura común.
Quienes también se reunirán son los radicales, pero el próximo miércoles, con el objetivo de debatir los pasos futuros. Las autoridades del partido centenario, con Gerardo Morales al frente, y junto a gobernadores en ejercicio y electos este año, tendrán que analizar qué les conviene hacer de cara a unos comicios los que no participará ninguno de los candidatos en los que habían puesto sus fichas. Por estas horas, parecen estar más lejos del libertario que del oficialista.
Entre otros motivos, esa distancia se basa en lo que muchos radicales consideraron una ofensa cuando Milei calificó de "fracasado hiperinflacionario" al expresidente Raúl Alfonsín, y cuando reveló que su terapia es “pegarle a un muñeco con la cara" del fallecido mandatario. A eso se suman los dichos del líder de La Libertad Avanza, quien el lunes posterior a las generales tildó de "traidores" a los miembros del radicalismo, al considerar que los votos que perdió Bullrich eran de la UCR pero fueron para Massa.
En tanto, el gobernador de Córdoba y excandidato presidencial, Juan Schiaretti, quien obtuvo el 6,78% de los sufragios en las generales, no tiene previsto respaldar a nadie, pero no está claro qué hará su sucesor, Martín Llaryora, a quien el ministro de Economía busca acercar a su espacio.
En el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), por otra parte, sí habrá un posicionamiento, aunque resta esperar unos días a un encuentro de todos los referentes de la fuerza.
Sin embargo, Myriam Bregman, quien quedó en quinto lugar el último domingo, aseguró que de ninguna manera las dos opciones que hay de cara a la segunda vuelta se parecen: "¿Cómo voy a decir que son lo mismo? Nadie puede decir que son lo mismo Milei y Massa". La expresidenciable del FIT obtuvo el 2,7% de los votos.