Marcha atrás de Aguad: pedido de disculpas tras polémica por sus dichos
El ministro de Defesa de la Nación, Oscar Aguad, debió salir a pedir a disculpas por sus polémicos dichos de esta mañana cuando, consultado por la presencia de Aldo Rico en el desfile militar, aseguró que "el levantamiento carapintada fue un acontecimiento chiquito, no puso en jaque a la sdemocracia".
Las críticas contra el funcionario nacional no tardaron, por lo que desde la cartera que conduce emitieron un comunicado en el que Aguad "pide disculpas si sus dichos sobre ese hecho fueron mal interpretados y ofendieron a la ciudadanía, al tiempo que enaltece la figura del ex presidente Raúl Alfonsín, quien llevó adelante un enorme trabajo para conservar el orden institucional". A su vez, "reitera su repudio histórico al levantamiento carapintada ocurrido en 1987, en Campo de Mayo, y rechaza cualquier alteración del orden democrático o comportamiento que altere contra la institucionalidad".
Entrevistado en Radio Metro, Aguad justificó este miércoles la presencia de Rico en las celebraciones por el Dìa de la Independiencia, alegando que "tiene derecho a desfilar como ex combatiente de Malvinas", y sumó que "lo de Aldo Rico con carapintadas es historia vieja, fue algo chiquito, no creo que haya puesto en jaque a la democracia".
El ex diputado e hijo del expresidente, Ricardo Alfonsín, fue una de las voces que salieron a criticar a Aguad: "tus dichos no hacen otra cosa que ofender a cuantos lucharon por la democracia y su consolidación, por la paz y contra la violencia. No tenés derecho falsear la historia de esa manera, ni a agraviar así a los argentinos", le escribió en sus redes sociales. Quien fuera ministro de Defensa en aquel entonces, Horacio Jaunarena, también: "No sé qué quiere decir el ministro, yo recuerdo que en los balcones de Casa de Gobierno estaba toda la dirigencia política bancando al gobierno constitucional, sostuvo el dirigente radical en Radio La Red.
Más temprano, Rico -que en 1987 lideró el intento de golpe de Estado contra el gobierno de Alfonsín- había dicho que nadie podía impedirle participar del desfile.