El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, debió asistir, estoico, al discurso del presidente de la Sociedad Rural, Daniel Pelegrina, que aprovechó el tradicional corte de cintas de la exposición para dejar en claro que el sector agropecuario no está dispuesto a "poner el hombro", como pidió más de una vez el presidente.

"El campo no debe ser visto como una fuente apetecible e inagotable de recursos fiscales", le espetó esta mañana Pelegrina a Larreta y otros representantes del oficialismo (también estuvieron el secretario de Agricultura, Guillermo Bernaudo, y el ministro de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, Leonardo Sarquís), en referencia a los rumores sobre un posible congelamiento de la baja gradual de retenciones a la soja, esparcidos en los últimos días por dirigentes radicales y funcionarios de segunda línea del Ejecutivo.

En su intención de marcarle al Gobierno la cancha, Pelegrina agregó: "Invitamos a la dirigencia política a que mire la otra cara de la moneda". Aunque, a la hora de proponer, fue menos preciso: habló de "una alianza entre el campo y las ciudades" y "entre lo público y el sector privado" para "poner al país en la senda de la reactivación". En concreto, nada.

En línea con Macri, el jefe de Gobierno evitó confrontar. Sostuvo que "el campo está haciendo un gran aporte a la recuperación del país" y fue un poco más allá: "Vemos acá todas las expresiones del trabajo alrededor del campo. El sector político y otros sectores de la dirigencia argentina palpan, en esta exposición, el potencial que tiene el campo argentino".

La expectativa está puesta en la conferencia de prensa del presidente, hoy a las 18. Se espera que alguna de las diez preguntas gire en torno a la idea de frenar la baja gradual, que tuvo de vocero a Gerardo Morales pero, en realidad, fue siempre una de las opciones que siempre barajó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.