Este jueves por la mañana, el presidente Javier Milei publicó un tuit en el que retomó una entrevista en la que el rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartolacci, señaló que la institución cuenta con 85.000 alumnos y 10.500 empleados. En el marco de su crítica al académico, el mandatario libertario cometió un error de cálculo que en las redes sociales no le dejaron pasar sin contraatacar. 

"¿Ocho empleados por cada alumno? Se los dejo para pensar", escribió inicialmente Milei y, al darse cuenta del yerro, minutos después corrigió: "NOTA: Perdón por el error son 1 empleado por cada 8 alumnos...". 

La primera en señalar la confusión presidencial fue la diputada del Frente de Todos Natalia Zaracho, al remarcar: "Me corren a mi que estoy terminando el secundario y el doctor en economía no sabe hacer una cuenta…".

Siguiendo la misma línea, el titular del mismo bloque, Germán Martínez, redactó, en un tiro por elevación ante las constantes críticas que el Jefe de Estado dispara en el mismo sentido hacia los legisladores opositores: "Quién era el que no sabía contar?". 

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El pasado domingo 15 de septiembre, al presentar el Presupuesto 2025 en el Congreso, el Presidente se encargó en más de una oportunidad de disparar contra sus opositores, sobre todo kirchneristas, a los que eximió de comprender su relato: "Ustedes pueden abstenerse porque suman con dificultad". 

"Hacelo sin leer, dale", le había replicado entonces Martínez, lo que generó la contestación: "Lea o no, vos seguís sumando con dificultad, Martínez".

Otro que se subió a la ola este jueves fue Martín Becerra, investigador del CONICET, UNQ y UBA, quien publicó: "Un presidente que vive plagiando y usurpando títulos académicos porque no sabe hacer una operación de división simple. Argentina, 2024". 

El posteo de Milei hace referencia a una entrevista en La Nación+ al rector rosarino, en la que el funcionario educativo expuso las cifras de la institución que lidera, en medio de una jornada intensa en la que la Cámara de Diputados ratificó el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Educativo. 

El Congreso finalmente sostuvo el rechazo del Ejecutivo con 84 votos, frente a 160 voluntades que alcanzó la postura que buscaba mantener en pie la normativa 27.757 sancionada recientemente -que no llegaron a los dos tercios necesarios- y cinco abstenciones. La Libertad Avanza necesitaba 82 apoyos.