La Justicia fue, quizás, el tema que Alberto Fernández  hizo más hincapié en su asunción presidencial. El presidente enfatizó que, durante la gestión de Macri,  hubo "persecuciones indebidas y detenciones arbitrarias" y dio a entender que hubo causas "tejidas desde el gobierno saliente con cierta complacencia mediática".

Por eso, su primer paso fue designar a su histórica colaboradora, Marcela Losardo, al frente del Ministerio de Justicia. La abogada acompañó a Fernández en todas sus aventuras en la gestión pública, desde la Superintendencia de Seguros de la Nación, en los lejanos '90, hasta la Jefatura de Gabinete del gobierno que conducía Cristina Kirchner.

Según las palabras del Presidente, a Losardo se le encomendó la tarea de modificar el sistema judicial. En especial, reorganizar el sistema federal e instaurar el sistema acusatorio a lo largo y ancho del país. La ministra, por caso, anticipó en una entrevista con Radio Con Vos que trabaja con su equipo para que en las primeras sesiones del 2020, el Congreso trate el proyecto de reforma judicial.

"La transparencia y la independencia judicial serán prioridad. Hay que terminar con los operadores políticos en la Justicia", aseguró la ministra, en sintonía con el mensaje que había dado el profesor de Derecho Penal en su discurso inaugural como presidente de la Nación.

Por su parte, sobre el sistema acusatorio, el periodista Raúl Kollman explicó en su columna de  Página/12, que la intención del Frente de Todos es quitar todo el peso a los magistrados durante la investigación. En este procedimiento judicial el que protagoniza la instrucción es el fiscal: pone en marcha pruebas, toma los testimonios, ordena las pericias. Luego formula la acusación y el juez controla el proceso y decide sobre las cuestiones claves. Este sistema funciona, actualmente, en varias justicias provinciales. El objetivo, entonces, sería llegar a Comodoro Py.

Mena, Ustarroz y Alak

Pero si bien la reforma es el objetivo número uno, el organigrama de la cartera judicial también deja tela para cortar. Un día después de la asunción presidencial, se conoció que el viceministro de Justicia será Juan Martín Mena, ex secretario de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en tiempos en que Oscar Parrilli comandaba el área.

Mena no es un desconocido por Losardo: ambos trabajaron juntos cuando ella era la secretaria de Justicia y él, funcionario del Ministerio. Incluso trabajaron en la modificación penal para cambiar el código procesal.

Pero, por sobre todo, el abogado forma parte del reducido entorno de la vicepresidenta: fue uno de los pocos que la acompañó, semanas atrás, a los tribunales de Comodoro Py para declarar en el juicio de Vialidad. En esa oportunidad, Cristina apuntó directamente contra la cúpula judicial, al asegurar que ella es víctima del Lawfare.

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Pero el viceministro de Justicia no será el único funcionario de peso ligado al Instituto Patria. En el Consejo de la Magistratura, por caso, asumirá como representante del Poder Ejecutivo Gerónimo Ustarroz, íntimo de Eduardo "Wado" De Pedro, quien desde el martes maneja el ministerio del Interior.

Y en La Plata, Kicillof nombró a Julio Alak como ministro de Justicia bonaerense. En los pergaminos del platense se destaca -además de la intendencia en la localidad bonaerense- su paso por Aerolíneas Argentinas y el Ministerio de Justicia. Ambos, en el gobierno de Cristina Kirchner.