Credibilidad, confianza y estabilidad. Las tres máximas de Cambiemos para llegar con todo el aire posible al 2019 están en jaque. Propios y ajenos las ponen en dudas. Por eso, en plena crisis económica con un dólar incontrolable, el Gobierno prefirió sumar certezas y dar un mensaje de tranquilidad.

Marcos Peña, el jefe de Gabinete, salió pasadas las 11.30 de la Casa Rosada después de la reunión de Gabinete, en una jornada clave para el Gobierno con la intención de que al menos se renueve el 75% de las Lebacs y evitar una nueva corrida cambiaria en la City.

"La Argentina está un escalón por debajo en la confianza”, admitió, pero repartió a los principales responsables: "Esto se debió a distintos factores, no a una política determinada”. 

"La Argentina está un escalón por debajo en la confianza”, dijo Marcos Peña

"Lo importante es qué hacemos frente a eso. Entendemos a los argentinos y agradecemos el esfuerzo y la comprensión que nos dan herramientas para poder enfrentar esta situación”, lanzó el cerebro de la estructura de Cambiemos, expectantes por las próximas horas del valor del dólar.

En este sentido, avisó: "No queremos que esto afecta la actividad. Existen las paritarias para poder cuidar el salario de trabajador”.

Sobre el mensaje que dio el presidente Mauricio Macri durante el encuentro, reveló: "La instrucción más importante fue no distraernos con lo que tienen no que ver con la cuestión económica. No podemos seguir pensando que la culpa es de otros".

"Confiamos plenamente en el Banco Central”

Federico Sturzenegger, titular del Banco Central, es la figura más cuestionada en medio de la crisis. Con un llamativo respaldo, desde el Gobierno le guiñan el ojo y le dan instrucciones sobre cómo operar. "Confiamos plenamente en el Banco Central”, expresó el jefe de los ministros.

De la mesa grande a la mesa chica

Marcos Peña, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal conformaban hasta ahora el círculo íntimo de la toma de decisiones importantes del presidente Macri. En sintonía con el gran acuerdo que busca establecer con la oposición, también Cambiemos reformuló su mesa chica.

Reapareció en la mesa de poder Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, principal articulador de la relación con los gobernadores. No es un reconocimiento a un fracaso en la conducción política, pero sí una apertura y un giro en la estructura que permite nuevas voces. Todo, en el marco de la crisis que el Gobierno busca sortear para llegar aliviado al 2019.