Tras la euforia por la media sanción del proyecto de ley que garantiza el aborto legal, seguro y gratuito, el Gobierno volvió a sufrir un revés en materia económica con un dólar que marcó un nuevo récord al alcanzar los $28,43.

En Casa Rosada hay preocupación por el rápido crecimiento de la moneda ya que todavía no terminó de impactar en los precios la corrida financiera producida a principios de mayo.

Desde fines de abril pasado, la divisa norteamericana presenta un descontrol que lo llevó a aumentar su valor en más de un 25%, incluso con la intervención constante del Banco Central.

El dólar, que marcó un nuevo récord al alcanzar los $28.43, presenta un descontrol que lo llevó a aumentar su valor en más de un 25% desde abril.

Para colmo, el alza se acrecentó y aceleró luego del anuncio oficial del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por un préstamo stand by de US$50 mil millones que incluía, como cláusula, la libre flotación del dólar y una mayor autonomía del organismo comandado por Federico Sturzenegger.

Este nuevo despegue del dólar trae consecuencias directas, complejas y urgentes en un Gobierno que se encuentra atravesando una crisis compuesta por varios factores relacionados. La sequía del campo, el descontrol de la inflación, el regreso al FMI, la devaluación de la moneda, la lucha por las tarifas, la muerte del gradualismo y el malestar social desembocaron en una caída en la imagen positiva de Mauricio Macri.

Finalmente, Cambiemos no podrá utilizar al Mundial de Rusia como una anestesia que le permita retomar la agenda de buenas noticias y pisar el acelerador del ajuste para poder encarar la campaña de reelección con aires renovados. Quizás ni siquiera pueda camuflar una reforma laboral que será usada como moneda de cambio para negociar con los sindicalistas.

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