Estira Macri su estadía en Cumelén, salda viejas deudas en el sur y anticipa shock si es reelecto
"Uno tiene que tener un espacio de tranquilidad y reflexión y de recuperar energías, este trabajo es tal vez el más intenso que he tenido en mi vida". Macri respondió por primera vez a las críticas sobre la cantidad de días de vacaciones que se toma. Fue esta mañana, luego de que se conociera que estirará su estadía en Villa La Angostura.
Dentro de su agenda de trabajo "a distancia", el presidente planea viajar el lunes 14 a Santa Cruz y Tierra del Fuego, las únicas dos provincias que no visitó desde que asumió hace tres años. Aunque la foto con Alicia Kirchner es una de las más esperadas, todavía no está confirmado que la gobernadora vaya a participar de la recorrida que hará el mandatario nacional. Lo mismo ocurre con Rosana Bertone, recientemente incorporada al espacio Argentina Federal, que estará en Buenos Aires para esa fecha.
Las dos visitas tienen un claro tinte electoral: en la Rosada entienden que el presidente de la Nación no puede no haber recorrido todo su país si pretende ser reelecto. Santa Cruz es, además, el último bastión del kirchnerismo puro y ganar en esa provincia sería emblemático.
Con Tierra del Fuego tuvo una relación difícil en 2018, hasta que cedió y amplió los beneficios a su régimen industrial, eje de la economía provincial. No es el único interés de Macri por esa provincia: allí tiene su base Mirgor, la empresa que fundó con su mejor amigo Nicolás Caputo.
El fin del gradualismo
Según trascendió en Cumelén, Macri tiene decidido aplicar una política de shock si es reelecto. El ala ortodoxa de su mesa chica sostiene que el "gradualismo" de los cambios implementados a partir de diciembre de 2015 fue uno de los motivos por los cuales Argentina sintió el cimbronazo de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Los mercados y el Círculo Rojo, aunque siguen confiando en Macri por ser el "mal menor", exigen más garantías para invertir en el país y amenazan con mudarse a Brasil, donde Jair Bolsonaro ya comenzó con su agresivo paquete de reformas en el plano tributario, laboral y comercial.