El presidente de Uruguay, Lacalle Pou, anunció este martes que su Gobierno y el de China iniciarán un estudio de factibilidad en busca de un Tratado de Libre Comercio (TLC) bilateral. Si bien el jefe de Estado aseguró que su país tiene la “vocación” de integrar el Mercosur, también admitió que pretende “avanzar hacia el mundo con otros socios”.

El plan de Uruguay tiene al menos cinco años de estudio, ya que fue presentado por el presidente chino, Xi Jinping, al entonces mandatario Tabaré Vázquez en octubre de 2016, en oportunidad de una visita del sudamericano a Beijing.

Según la agencia Uruguay XXI, China es el principal destino de las exportaciones uruguayas, entre enero y agosto se produjeron ventas por 1.568.000.000 de dólares, un 63% más que en el mismo periodo de 2020, año marcado por la pandemia de coronavirus.

La respuesta de Argentina

Lacalle Pou hizo público que el canciller uruguayo Francisco Bustillo notificó la medida a su par argentino, Felipe Solá -conversación confirmada por fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores- que indicaron que, por ahora, no habrá comentarios al respecto.

El rol de Argentina ante el acuerdo bilateral Uruguay-China

Sin embargo, Argentina ya retomó las negociaciones para integrarse al grupo de los BRICS, formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. El embajador argentino en Beijing, Sabino Vaca Narvaja, dialogó este miércoles con el ministro de Industria y Nuevas Tecnologías de China, Xiao Jaqing, con el objetivo de evaluar las posibilidades de iniciar las gestiones diplomáticas que permitan al país sumarse como miembro pleno de este conjunto.

Esta posible incorporación tiene una ventaja: Argentina no se vería obligada a romper alianzas con el Mercosur. Cabe resaltar, también, que el proceso de integración de un nuevo país a los BRICS no es automático, ya que debe ser consensuado por todos los miembros. China y Rusia se encuentran dispuestas a darle luz verde al gobierno argentino, en  lo que respecta a Brasil se tendría que esperar un cambio de Gobierno, escenario que sería posible el año próximo con Lula da Silva, el favorito por numerosas encuestas.

La mirada de la oposición

En diálogo con El Canciller, Jorge Faurie, precandidato a senador por Juntos y canciller en el período 2017-2019, lamentó que el proceso de Uruguay se haya realizado por fuera del Mercosur. Según él, esta decisión “debilita” y tal vez hasta “compromete” el mecanismo de integración regional sudamericano. Sin embargo, destacó que el hecho marca una “realidad incontestable” respecto a la situación del bloque debido a que “permanece como uno de los espacios de integración regional más cerrados a nivel internacional”.

Siguiendo esta línea, recordó que entre 2018 y 2019 la gestión de Cambiemos estuvo analizando cómo dar continuidad al acuerdo Unión Europea-Mercosur, que "quedó trunco" con el cambio de Gobierno, y agregó que, en aquel momento, los cuatro países miembros estaban interesados en evaluar posibles acuerdos con Canadá, Corea y Singapur; mientras que Uruguay ya manifestaba la idea de negociar con China y Estados Unidos.

El rol de Argentina ante el acuerdo bilateral Uruguay-China

Respecto a qué rumbo debería tomar la Argentina, planteó que se tendrían que retomar las negociaciones en el propio Mercosur para evaluar cómo llevar a cabo un “relacionamiento externo dinámico”. “El Mercosur solamente como espacio de comercio interregional no es suficiente ni es atractivo sino se vincula con el resto del mundo. Las condiciones para hacer esa integración no necesariamente tienen que ser para perjudicar a la industria argentina o uruguaya. Hay que fijar las condiciones como se hizo con la Unión Europea, que funcionó”, subrayó.

Finalmente, opinó sobre la decisión del Gobierno en avanzar con la incorporación al BRICS: “Sinceramente no sé qué grado de andamientos tiene, si es un elemento que se presenta ahora para desfocalizar la atención de esto que ha hecho Uruguay. La Argentina sola en el BRICS va a tener que posicionarse en materia de moneda, costo-inflación y en determinados sectores. Todo tiene realmente relevancia, por lo tanto, estas cosas pueden ser un anuncio, pero tienen que ser realidad enunciada”.