El Gobierno firmó un decreto para prohibir los cargos hereditarios en la administración pública
Adorni y Sturzenegger anunciaron que los familiares de empleados estatales fallecidos ya no podrán reemplazarlos en su puestos. Alberto Fernández había restituido esa opción para varios organismos como la AFIP y el BCRA.
Este viernes, Manuel Adorni compartió su habitual conferencia de prensa durante un lapso con Federico Sturzenegger. Así, ambos funcionarios anunciaron que el Gobierno firmó una resolución con vistas a prohibir los cargos hereditarios en la administración pública.
Básicamente, la iniciativa elimina la posibilidad de que "familiares o cónyuges de empleados estatales que fallecieron ocupen sus puestos de trabajo en su reemplazo", como sucedía en varios organismos hasta el momento.
El vocero presidencial recordó que esa opción había sido desechada durante el mandato de Mauricio Macri y luego restituida en la gestión de Alberto Fernández, por ejemplo para la ahora extinta AFIP, la Anses, el Banco Central y el Banco Nación, entre otras dependencias.
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"El delirio que se está sepultando es parte de la lógica que reinaba hasta el 10 de diciembre y llevó a encontrarnos en la administración con, por ejemplo, empleados en ropa interior haciendo milanesas en alguna cochera de algún Ministerio o empleados con choferes".
"Los cargos públicos se asignan por mérito y esfuerzo individual. En esta Argentina, nadie tiene sangre azul", agregó.
A su turno, Sturzenegger recordó que uno de "los puntos centrales" de la Asamblea de 1813 fue la eliminación de la prerrogativa de sangre y afirmó que "sorprendentemente" persistían en en el sector público argentino hasta su reciente eliminación.
En simultáneo, un parte de prensa difundido por la cartera de Desregulación que él dirige, añadió: "Este ilógico privilegio colocó a los empleados públicos por encima del resto de los trabajadores de la Argentina. Pero, de ahora en más, quien ocupe un puesto en el Estado será elegido solamente por su idoneidad".
"Para decirlo con claridad, nunca deberían haber existido estas ventajas, porque la propia Constitución Nacional estableció en su artículo 16 que ´la Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad", concluyeron.