Si bien la tensión diplomática entre los dos países escaló el viernes, con acusaciones cruzadas entre Gerardo Werthein y Patricia Bullrich y el fiscal general venezolano, Tarek William Saab, el Gobierno argentino considera que se dio un paso adelante para lograr la liberación de Nahuel Gallo tras el reconocimiento de la detención del gendarme argentino por parte del régimen de Nicolás Maduro.

La incertidumbre respecto al paradero del catamarqueño, arrestado de manera arbitraria desde el pasado 8 de diciembre, cuando cruzó a Venezuela desde Colombia para visitar a su esposa y a su pequeño hijo, comenzó a despejarse el jueves pasado, cuando, vía Whatsapp, el Gobierno venezolano envió una carta a la embajada brasileña en Caracas confirmando la detención.

Luego de que el Gobierno de Javier Milei no reconociera el triunfo en las elecciones presidenciales del 28 de julio pasado que Maduro se adjudica, sin haber presentado las actas de los comicios, la relación entre ambos países, deterioradas por cuestiones ideológicas y al borde de la ruptura desde que seis opositores al régimen chavista se asilaron en marzo en la embajada argentina en Caracas, depende de Brasil, que se hizo cargo de la sede diplomática cuando todo el personal argentino fue expulsado de la capital venezolana. 

TE PODRÍA INTERESAR: El régimen de Maduro redobló la apuesta: incluyó a Werthein y a Bullrich en la causa por terrorismo contra el gendarme detenido

La misiva, fechada el 23 de diciembre, la recibió la embajador brasileña en Venezuela, Glivânia Maria de Oliveira, quien inmediatamente la reenvió al canciller argentino. Werthein, a su vez, la compartió con la ministra de Seguridad y con Milei, que sigue atentamente la evolución de este conflicto.

La lógica del análisis es simple: al estar reconocido como detenido, Gallo tiene el derecho a contar con una representación legal y un debido proceso, según las normas internacionales.

Pese a que las relaciones entre el libertario y su homólogo Luiz Inácio Lula da Silva tampoco gozan de buena salud, en el Gobierno están más que conformes con esta suerte de mediación de Brasil y no descartan que los abogados que representen al gendarme sean justamente brasileños.

Después de la carta, que trajo algo de alivio, vino todo el fuego cruzado del viernes. Saab aseguró que Gallo había quedado procesado en una causa que investiga actos de terrorismo, Werthein y Bullrich lo trataron de "mentiroso" y le dijeron que el gendarme había ingresado con todos los papeles en regla a Venezuela y que habían convertido "en terrorista a un ciudadano argentino" que iba a visitar a su familia, y el fiscal venezolano, en respuesta, incluyó en la causa a ambos funcionarios.

"Tarek William Saab, jefe de fiscales de una narcodictadura asesina, no me va a callar con sus mentiras. El argentino Nahuel Gallo es víctima de un secuestro político, y ustedes, mafiosos del régimen de Maduro, son los verdaderos criminales", se descargó Bullrich en X, entrada la noche.

"No nos intimidan. Caerán y, cuando así sea, enfrentarán la Justicia por sus crímenes contra la humanidad. No habrá rincón en el mundo donde puedan esconderse", concluyó su posteo la titular de Seguridad.

"Sus declaraciones sobre ‘personas de interés’ no son más que un intento burdo de desviar la atención de los abusos que usted ha cometido durante su gestión. Su historial está plagado de desapariciones, secuestros ilegítimos, detenciones arbitrarias, imputaciones falsas y otras prácticas que no solo violan los derechos humanos, sino que constituyen graves atropellos contra la dignidad de las personas", señaló, por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores en la misma red social.