Manuel Adorni comenzó su habitual conferencia de prensa matinal refiriéndose al paro general que la Confederación General del Trabajo (CGT) convocó para el 24 de enero. En ese sentido, el vocero presidencial enumeró los problemas que presenta la economía argentina y remarcó que la última medida de fuerza de estas características se hizo en 2019. "Es llamativo que en 4 años no hayan percibido lo que están percibiendo en 17 días de Gobierno", sentenció, marcando la diferencia en la postura de la central obrera durante el gobierno de Alberto Fernández y el de Javier Milei.

“En primer lugar, la situación económica es crítica y se vienen meses muy difíciles en la Argentina. Nos llama la atención que en este contexto no se entienda que uno de los aspectos que merece una modernización es el esquema laboral”, contextualizó.

“El PBI per cápita es más bajo que lo que teníamos en 2011, esto significa que la Argentina no está creciendo. Hace 10 años que no se crea empleo privado de calidad. Solo crecieron los empleos informales o estatales. Creer que esta dinámica no está relacionada en parte con la normativa laboral llama la atención”, insistió Adorni.

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Enseguida, señaló que Argentina se encuentra entres los países de la región con “menos cantidad de empresas por habitante” y con “salarios más bajos”, por lo que volvió a resaltar que al Gobierno le extraña que “esta no sea la misma lectura que hace la dirigencia sindical”. A la vez, sostuvo que todas las medidas contenidas en el megadecreto y en la “ley ómnibus” que se envió al Congreso apuntan a “mejorar estos aspectos, generar trabajo en blanco, que las empresas inviertan y que los salarios mejoren”.

“¿Por qué esta misma dirigencia sindical hizo el último paro nacional en 2019, cuando durante la gestión anterior los trabajadores no dejaron de perder poder adquisitivo y la inflación fue en torno al 900%?”, cuestionó el vocero presidencial.

“Es llamativo que en 4 años no hayan percibido lo que están percibiendo en 17 días de Gobierno. Tal vez su defensa de los derechos de los trabajadores esté sesgada por otros intereses”, afirmó.

Por último, resaltó que “no hay precedente de haber llamado a un paro general de una manera tan rápida” y recordó que “la herencia es brutal”.

“De este problema se sale trabajando, produciendo y no se sale ni parando ni cortando calles”, concluyó.