En Argentina, más de la mitad (62,9%) de los niños menores de 14 años son pobres. Así lo registró el INDEC, de acuerdo a lo consignado por Clarín, en un informe que abarca el cuarto trimestre de 2020. La cifra se profundiza en el conurbano bonaerense, en donde el indicador llega al 72,7%. Así las cosas, y junto a la suspensión de las clases presenciales, se configura un panorama oscuro para los niños de esa región.

Hace pocas horas, el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, le puso un horizonte incierto a las restricciones, entre ellas las de la educación. “Si uno logra contener con un cierre fuerte en las próximas semanas, podríamos estar en mejores condiciones”, aseveró, ante Radio con vos, dando señales de que el gobierno de Axel Kicillof no tiene en mente retomar las clases presenciales. En ese contexto, el hecho de que muchos niños bajo la línea de la pobreza no puedan acceder al dictado virtual de contenidos exacerba la preocupación. 

Dos semanas atrás, el presidente Alberto Fernández y el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, presentaron en Ezeiza el Plan Federal de Conectividad, con el objetivo de repartir 633.000 computadoras a estudiantes secundarios. Sin embargo, el anuncio, que fue considerado inclusivo en el marco de la pandemia, no contempla -al menos por ahora- a gran parte de la población infantil del conurbano, principal afectada por la pobreza y la indigencia. 

De acuerdo a UNICEF Argentina en su informe “Impacto de la pandemia en la educación de niñas, niños y adolescentes durante 2020”, “la disponibilidad de recursos digitales se tornó un elemento crítico para que niños, niñas y adolescentes puedan sostener procesos de aprendizaje y vinculación con docentes y pares”. Si bien destacan que “desde los ministerios de educación nacional y provinciales se desarrollaron estrategias específicas para quienes no contaban con acceso a internet”, consideran que “la mayor parte del sistema educativo tuvo que reorganizarse para dar respuesta a la emergencia virtualizando contenidos y modos de comunicación entre escuela, familia y estudiantes”. 

Asimismo, el organismo sumó un dato alarmante, teniendo en cuenta que “el contexto actual presenta importantes desafíos y tensiones, entre ellos, el desigual acceso a distintos recursos digitales y a conectividad entre los hogares del país”: el 40% de las casas con niños y adolescentes relevadas en la primera ola de la pandemia no contaban con una computadora o tableta. Además, 3 de cada 10 tampoco accedían a conectividad domiciliaria. 

Si bien las cifras mencionadas por UNICEF son nacionales, permiten dimensionar la situación de la población infantil durante la pandemia, algo que se agrava aún más si se tiene en cuenta lo ya dicho: casi tres tercios de los niños del conurbano bonaerense son pobres.