El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, encabezó este viernes una reunión con intendentes, ministros y legisladores del Partido Justicialista para consensuar una estrategia de rechazo al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para desregular la economía anunciado por el Gobierno de Javier Milei.

El encuentro se llevó a cabo en la sede de la Gobernación provincial, en la ciudad de La Plata, con la presencia, entre otros, del exministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, el senador Eduardo “Wado” de Pedro y el diputado Máximo Kirchner.

"El decreto inconstitucional del presidente Milei anunciado el 20 de diciembre pretende desregular ya no la economía, sino la vida entera de nuestra gente y es apoyado por los grandes empresarios y el ´mercado´. Desde el PJ-Provincia de Buenos Aires participamos de una reunión en La Plata, junto al gobernador bonaerense, intendentes, legisladores provinciales y nacionales y dirigentes políticos. Con gran responsabilidad, compromiso y convicciones, trabajamos de manera conjunta analizando la estrategia a seguir en la defensa de los recursos y derechos de los bonaerenses", sostuvieron en un comunicado.    

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"Realizamos inicialmente un diagnóstico y reporte por la situación que se está viviendo por la devaluación, la crecida de precios en la nafta y alimentos, y como está afectando este programa -como lo llamó Milei- de estabilización, que tiene un apretón fiscal y monetario y una devaluación muy fuerte que afectó sobre todo a los sectores populares", sostuvo Kicillof en diálogo con la prensa al concluir el encuentro.

El Gobernador subrayó que "lo que quedó en claro es que este plan, que no tiene nada de novedoso, es de ajuste clásico, con ajuste de gastos y monetario", sostuvo. "Hay una regresión de los ingresos y se está viendo en toda la provincia el desabastecimiento de productos", comentó.

Además de Kicillof, Massa, De Pedro y Kirchner, participaron de la cumbre el secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina, Hugo Yasky, y el titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, además de los diputados nacionales Santiago Cafiero, Carlos Castagneto, Natalia Zaracho, Julia Strada y Ramiro Gutiérrez, y la senadora Juliana Di Tullio. 

También los intendentes Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mayra Mendoza (Quilmes), Gustavo Barrera (Villa Gesell), Federico Otermín (Lomas de Zamora), Mario Secco (Ensenada), Nicolás Mantegazza (San Vicente), Fabián Cagliardi (Berisso), Alejandro Acerbo (Daireaux), Ricardo Alessandro (Salto) y Ariel Succurro (Salliqueló), entre otros.

El polémico megadecreto del jefe de Estado reactivó a ese espacio político, golpeado aún por el revés electoral del 19 de noviembre pasado, como también al sindicalismo, que se considera uno de los principales perjudicados por las medidas del libertario.

"Vamos a empezar a defender al pueblo ante este ataque antidemocrático. Vamos a escuchar la opinión del gobernador. A los argentinos le licuaron el salario a la mitad y con el correr de los días va a ser más contundente", dijo Ferraresi al ingresar a la gobernación.   

Apenas se conoció el contenido del DNU, el peronismo se puso en estado de emergencia y se multiplicaron las reuniones de sus dirigentes.    

La presencia en la reunión de este viernes de los diputados y senadores nacionales está relacionada a la estrategia legislativa que desplegarán para bloquear en el Congreso la iniciativa.    

Se espera que intenten lo mismo con el proyecto de ley "ómnibus" que enviará en breve el Poder Ejecutivo, con las reformas que no pudieron ir dentro del DNU porque obligatoriamente deben pasar por el Parlamento, al tratarse de temas tributarios y electorales.    

Al respecto, Otermín, advirtió que "el presidente puede proponer las reformas que considere", pero "no puede borrar de un plumazo 300 leyes que se construyeron durante décadas". "Esta situación va a generar incertidumbre, angustia e inseguridad jurídica mientras se debate su constitucionalidad", agregó.    

Kicillof había tuiteado ni bien se conocieron las medidas: “A espaldas de la división de poderes, anuncia un decreto que sin necesidad ni urgencia pretende derogar un conjunto de leyes de todo tipo. Así, se propone privatizar todo, desregular todo, destruir derechos de los trabajadores, arrasar con sectores completos de la producción, rifar los clubes de fútbol y el patrimonio de los argentinos. Todo esto, sin pasar por el Congreso, que podría sesionar y discutirlo. Le faltó decir ‘democracia: ¡afuera!’".