Mientras manifestantes reclamaban frente al Congreso contra el veto presidencial a la ley de movilidad previsional, La Libertad Avanza logró ratificar el rechazo de Javier Milei a la norma, con el acompañamiento de 87 diputados. 

"Hoy 87 héroes le pusieron un freno a los degenerados fiscales que intentaron destruir el superávit fiscal que los argentinos con tanto esfuerzo logramos conseguir", expresó el mandatario nacional en su cuenta de X, luego de que el oficialismo lograra cuatro avales más de los que necesitaba.

"Evidentemente los políticos siguen pensando que los argentinos somos tontos y no vemos sus malintencionadas maniobras para voltear a un Gobierno que por primera vez elige decirle a los argentinos una verdad incómoda en lugar de una mentira confortable. El déficit cero es innegociable", completó su mensaje Milei.

En este triunfo parlamentario fueron claves las negociaciones contrarreloj del Gobierno para contar con el apoyo de parte de los legisladores de la Unión Cívica Radical (UCR), quienes meses atrás habían votado a favor de la normativa y ahora decidieron cambiar su postura.

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Por su parte, para rechazar el veto, la oposición más férrea requería el voto afirmativo de dos tercios de los presentes, pero se quedó en el camino, con 153. En tanto, ocho diputados se abstuvieron. "Parece que tienen el número y lo lamentamos mucho", habían lanzado previamente.

La sesión especial en la Cámara de Diputados había comenzado poco después de las 11. En el primer tramo del encuentro, los legisladores aceptaron la renuncia del diputado radical Pedro Galimberti para que se le tome la jura a Nancy Vallejos, quien responde al PRO y quedó habilitada para votar en el encuentro, pese a no haberlo hecho en la primera instancia.

La acción produjo la inmediata reacción de Nicolás Del Caño, quien lanzó al micrófono: "Decían que iban a terminar con la casta y son lo peor de la casta".

Por su parte, algunos miembros de Unión por la Patria llevaron a sus bancadas carteles para ironizar sobre el accionar de algunos de sus pares de la Unión Cívica Radical (UCR) -quienes anunciaron que cambiarán su voto para apoyar al Ejecutivo- con el lema "Acá en el Congreso tenemos panqueques".

En medio de un clima tenso, cerca de las 11:30, el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, solicitó un cuarto intermedio para definir la modalidad de la sesión, ante la objeción de que no había existido el trámite en Labor Parlamentaria. Antes, Silvana Giudici pidió que se cierre la lista de oradores y se vote, pero Miguel Ángel Pichetto reclamó que se asigne un tiempo por bloque y que luego se defina por sí o por no. En tanto, Germán Martínez se inclinó por abrir el debate y establecer un horario de votación, ya que la intención de su bloque es participar de la marcha afuera del Parlamento, donde algunos diputados denunciaron que había incidentes.

A las 11:52 se retomó formalmente la discusión, y desde la secretaría parlamentaria se leyó la decisión de los titulares de las bancadas, que Menem aclaró que no había sido unánime sino "por mayoría". Así, se estableció que un total de 13 bloques tendrían tiempo para administrar a sus oradores y que, en total, los distintos diputados hablarían durante casi tres horas (174 minutos según lo previsto exactamente), para luego proceder a la votación.

"Parece que tienen el número, lo lamentamos mucho", lanzó Juan Manuel López de la Coalición Cívica (CC), quien eligió no explayarse sobre las negociaciones del oficialismo con algunos opositores y añadió: "Las fotos y los acuerdos degradan cada vez más la política". 

"Es cierto que no hay plata, pero hay plata en algunos lugares, como los fideicomisos, de los que sólo derogaron dos o tres", reclamó y exigió a la administración libertaria: "Pónganse las pilas, muchachos".

La ley -que fue sancionada por el Senado el pasado 22 de agosto con 61 votos positivos y ocho negativos tras el aval de Diputados- establecía una recomposición del 8,1% en las jubilaciones. No obstante, diez días después, el 2 de septiembre último, el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) la vetó totalmente. Por ello, se precisaban los dos tercios de los presentes para voltear esa decisión presidencial.

El sueño opositor de torcer la voluntad del Ejecutivo por sobre el Legislativo se empezó a desmoronar ante la concreción del quiebre en el radicalismo, que quedó expuesto públicamente en la foto que cinco diputados protagonizaron este martes.

Previamente, el oficialismo ya había quedado a las puertas de asegurarse los votos necesarios para desbaratar la mayoría de dos tercios a la que se aferraba la oposición, en un encuentro de la cúpula de La Libertad Avanza con el PRO y otros socios menores.