Tras el cierre de mesas en las elecciones nacionales de este domingo, denunciaron que la Casa Rosada recibió una amenaza de bomba. La advertencia llegó a la Policía de la Ciudad por medio de un llamado telefónico al número de emergencias 911.

Personal de la Brigada Antiexplosivos y de Bomberos de la Policía Federal trabajó en la Casa de Gobierno para determinar si había algún paquete sospechoso dentro del edificio, algo que finalmente no hallaron. 

"Con referencia al supuesto artefacto explosivo en la Casa Rosada, se llevó a cabo el protocolo de rigor y resultó ser una falsa alarma", señalaron voceros policiales a NA.

Durante la comunicación telefónica de advertencia, una persona dijo haber colocado una bomba en Balcarce 50 y luego cortó. Alberto Fernández no se encontraba en el lugar, ya que esperará los resultados de los comicios en la Quinta de Olivos, sin concurrir al búnker oficialista en Chacarita.

Exactamente el mismo hecho ocurrió el 13 de agosto, el día que se celebraron en la Argentina las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Aquel día, la amenaza sucedió pasadas las 18:20 y, en ese caso, advertía de la presencia de una supuesta bomba en la “sala presidencial”. Finalmente, resultó ser una falsa alarma.

Aunque aparentemente no estaría relacionada con las otras amenazas que sucedieron en la semana en la embajada de Israel, la de Estados Unidos, la AMIA y Aeroparque, aumenta la tensión por la cantidad de intimidaciones que están sucediendo en la Ciudad de Buenos Aires.

El miércoles, las embajadas de Israel y Estados Unidos en la Argentina recibieron amenazas de bomba por correo electrónico. Poco después de las 10 de la mañana de ese día, trascendió la intimidación a la sede diplomática israelí, que llegó a través de un mail con el siguiente mensaje: “Amenaza de bomba en la Embajada: judíos los vamos a matar a todos”. Al día siguiente, la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) estuvo en alerta por una nueva advertencia de explosivos. 

El viernes, el Aeroparque Jorge Newbery obligó a evacuar a los pasajeros que se disponían a viajar, por la advertencia sobre la presencia de explosivos en cuatro vuelos que debían partir hacia Mendoza.