Juan Castellanos Bonillo, socio histórico de Cristóbal López en el negocio de los casinos en la Argentina y de bajísimo perfil, enfrenta hoy una millonaria demanda en los Estados Unidos por fraude e incumplimiento de contratos que podría costarle más de 35 millones de dólares.
La demanda fue presentada por su ex yerno, Diego Agnelli, en un tribunal de Florida. Agnelli fue mano derecha de Castellanos Bonillo durante veinte años, dedicado a todos los negocios del holding familiar, fundamentalmente enfocado en una compañía de desarrollos hoteleros que llevaron adelante en la Argentina y en Miami.
De conformidad con los acuerdos comerciales y profesionales con su entonces yerno, Agnelli expandió, administró e hizo crecer de manera exponencial el negocio familiar. Hoy Castellanos Bonillo no solo es copropietario de la empresa de casinos y operaciones de juego más prolífica de América Latina, sino también dueño de un enorme negocio hotelero.
En el universo del juego Castellanos Bonillo, tiene participación en dos entidades: Casino Club e Inverclub. Es socio en todos sus negocios del juego de Cristóbal López, Ricardo Benedicto y Héctor Cruz, entre otros.
Y además, de la mano de Agnelli consolidó el negocio de la hotelería con dos compañías como vehículo, Lennox Miami Corp y Sociedad Hotelera del Sur, con hoteles en Miami, Buenos Aires, Ushuaia y Tierra del Fuego.
El conflicto judicial se desató luego del divorcio entre Agnelli y Analía Castellanos, hija de Castellanos Bonillo, por la decisión unilateral e ilegal de su ex suegro de sacarlo de los negocios y las empresas familiares. Según la denuncia a la que tuvo acceso este medio, Castellanos Bonillo recurrió al fraude y al incumplimiento de dos contratos firmados entre ambas partes y podría costarle al empresario más de 35 millones de dólares.