Las últimas declaraciones de Carrió sobre la UCR no hicieron más que empujar a la dirigencia radical a asumir y manifestar lo que desde hace meses ocurre en las bases: un profundo malestar por el ninguneo de Macri y sus laderos del ala "no política". Carrió solo cumplió con el deber que muchos opositores le asignaban: la catalizadora de ese conflicto.

Por eso, los principales dirigentes radicales decidieron pedirle a Macri una reunión y el presidente respondió: cenará esta noche con los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza), Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes). Cornejo, que además es presidente del Comité Nacional, es el mentor del comunicado público contra los dichos de Carrió.

Antes, los tres mandatarios radicales se reunieron en un hotel del centro con los referentes del partido en el Congreso, Mario Negri (presidente del interbloque Cambiemos), José Cano y Ángel Rozas, antes de reunirse en la Casa Rosada con Marcos Peña y Rogelio Frigerio. Negri es, hoy, uno de los hilos de los que pende la unión de la alianza: Carrió sostuvo el viernes que es "su único jefe", por el lugar que ocupa en la Cámara Baja.

Los popes radicales le reclamarán a Macri que los incluya en una mesa política unificada. No quieren mesas "chicas" en las que el Presidente discute con sus íntimos las medidas que luego les comunicará a los radicales para buscar su apoyo. Quieren, directamente, participar de esa toma de decisiones. Es que Carrió los llevó al límite al afirmar que los maneja "desde afuera", por lo que ahora necesitan demostrar que están "adentro".

En el medio, deben lidiar con los reclamos internos, que cada vez más giran en torno a exigir participar de las PASO el año que viene y competir contra el candidato del PRO. Por las dusas, varios referentes se ocuparon en las últimas horas de aclarar que Cambiemos es una coalición electoral, no una coalición de Gobierno. 

El presidente de la Convención Nacional, Jorge Sappia, lo puso en palabras: "Ésta es la expresión de una situación interna del radicalismo que debe hacerse notar para corregirla". En diálogo con Futurock, citó el "que se rompa pero que no se doble" de Alem y dijo que la situación está "bastante doblada". Como si no alcanzara, remató: "Yo no tengo argumentos para sostener la continuidad de Cambiemos".

24 horas antes, en la misma radio, el diputado por la Ciudad Facundo Suárez Lastra no fue rupturista pero admitió que su partido no toma decisiones. "La Unión Cívica Radical no gobierna, participamos en lugares donde nos ha convocado el Ejecutivo", sostuvo, y agregó: "La política la define el presidente, no nos vamos a hacer cargo de decisiones que no tomamos".