Con Macri en el bolsillo, vuelve Carrió a imponer su reforma laboral y alinear a la UCR
La ausencia y el silencio que imperaron en su figura en los últimos meses del 2018 son cosa del pasado. Durante los primeros días del 2019, además de haberse reconciliado con Mauricio Macri, Elisa Carrió se ha expuesto revitalizada, con la voz en alto y enfocada en el operativo reelección.
Esta vez, con una inédita impronta feminista, se encargó de imponerle sus condiciones a la reforma laboral y le bajó el precio político al radicalismo.
En diálogo con La Nación +, fiel a su estilo, la diputada nacional enumeró críticas hacia el interior de la alianza oficialista, entre las que se destacó la minimización que hizo del ministro de Justicia, Germán Garavano, quien aseguró que "no existe" y es el "ejecutor de las políticas de otros".
A su vez, equiparó a Patricia Bullrich con su percepción del peronismo, al afirmar que "se cree Bolsonaro", y, exceptuando a su compinche Mario Negri, menospreció a la cúpula de la Unión Cívica Radical: "En el radicalismo hay varios postes, Alfredo Cornejo es uno de ellos".
Aventurando hacia un eventual segundo mandato de la alianza Cambiemos en el poder, la líder de la Coalición Cívica exigió "bajar los costos laborales", para "proteger a las PyMes y al trabajador", ante la posibilidad de llevar adelante la reforma laboral que cocina a fuego lento el primer mandatario.
Por otra parte, Carrió se sumó, de manera inesperada, a algunas de las banderas que porta la revolución feminista: puntualizó en la disparidad reinante en el Poder Judicial y pidió establecer un cupo de género y un incremento del caudal de juezas en la Corte Suprema y los tribunales orales.
Por último, en un nuevo capítulo de su guerra con Ricardo Lorenzetti, reveló que Elena Highton de Nolasco, la única jurista del máximo tribunal, fue maltratada por el ex presidente. "Highton es una mujer cansada que está resistiendo, ella no lo va a afirmar, pero tampoco lo va a negar", aseguró.