A pesar del lobby de empresarios cercanos a Cambiemos, el Gobierno fracasó en su intento de avanzar con una reforma laboral en el sector textil por el rechazo de empresarios y gremios en la reunión que mantuvieron ayer en el Ministerio de Producción y Trabajo, que encabeza Dante Sica.

Anoticiado del rechazo que manifestarían, Sica no asistió al encuentro, del que participaron tres cámaras industriales y cuatro sindicatos del rubro. En rerpesentación del Ministerio estuvo, en soledad, el secretario de Trabajo, Lucas Fernández Aparicio. Se trata de la primera gran derrota para el ministro, que hasta ahora había demostrado cintura para hacerse cargo de las obligaciones de la cartera que manejaba Jorge Triaca.

Tras el fracaso del Ejecutivo en su intento de enviar una reforma laboral integral al Congreso, Sica había tomado la decisión de trabajar con cada sector sobre los puntos que al Gobierno y a los empresarios les resultaban más problemáticos para la inversión. Pero ayer no fue posible hacerlo.

El Acuerdo Compromiso por la Producción y el Empleo de la Industria Textil e Indumentaria, que el Ministerio elaboró y distribuyó, incluye un nuevo marco normativo para el trabajo a domicilio, el reemplazo de las actuales indemnizaciones por un “fondo de cese laboral” y la flexibilización de la jornada laboral, las vacaciones y el pago de los aguinaldos.

Al conocer el texto, la Asociación Obrera Textil (AOT), el sindicato del Vestido (Soiva), la Unión de Cortadores y el gremio de empleados textiles (Setia) suscribieron un documento conjunto con duras críticas a la iniciativa del Ejecutivo y advirtieron que no avalarán ninguna modificación a sus convenios laborales. Ayer, en el encuentro con los empresarios de la Federación de Industriales Textiles (FITA), la Cámara de la Indumentaria (CIAI) y la Fundación Protejer.

En el Ministerio, los gremialistas remarcaron que el texto oficial no contaba ni siquiera con el apoyo de esas entidades, que no pedían flexibilizar las condiciones de trabajo sino otras medidas que atañen directamente al Poder Ejecutivo, como facilitar el crédito, reducir las tasas de interés, autorizar el pago de subsidios Repro e impulsar el mercado interno con un incentivo del consumo.

Uno de los pocos que había acompañado la propuesta oficial fue Daniel Awada, hermano mayor de Juliana y cuñado del presidente Mauricio Macri, que si bien no ocupa cargos en las cámaras fue el encargado de negociar, personalmente, con Producción y Trabajo. Ayer fue otro de los ausentes de mayor notoriedad.