El gobierno nacional anunció que cerrará la exportación de carne por 30 días y enseguida la Mesa de Enlace del campo respondió con una medida de fuerza: el cese de comercialización por ocho jornadas. Se trata del segundo paro del sector en este 2021. El primero ocurrió en enero, y tuvo como trasfondo un escenario similar al actual, pero con el maíz como centro. 

Entre el lunes 11 y el miércoles 13 de enero, parte de la Mesa de Enlace nucleada en las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Sociedad Rural y la Federación Agraria, decidió frenar la comercialización de  granos en el país. ¿La razón? El anuncio -a principio de año- del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca que ordenaba temporalmente dejar de exportar maíz para asegurar el abastecimiento de la demanda interna. 

El mencionado paro tuvo una particularidad. Coninagro, una de las principales entidades de la Mesa de Enlace -presidida por Carlos Iannizzotto- decidió no acompañarlo. En un comunicado, arguyó que no consideraban “que un problema grave se solucione con otro conflicto”. Por eso, no adherían y apelaban “al diálogo”. En ese sentido, le solicitaron una audiencia al presidente, Alberto Fernández, y su equipo económico. Y profundizaron: “Así como consideramos que el delicado escenario social no tolera un paro, creemos que tampoco soporta medidas que desalientan la producción de los que invierten todos los días como son los productores”. 

Finalmente, el 13 de enero el paro llegó a su fin, y desde las entidades adherentes destacaron el alto acatamiento que hubo en el rubro. 

En las próximas horas, entrará en vigencia la segunda huelga de la Mesa de Enlace en lo que va del año. “Vamos a ir incorporando diferentes metodologías y a otros sectores afectados. Que no suene como una amenaza, sino que queremos demostrar que hay una estrategia armada para obtener respuestas”, expresó Jorge Chemes, titular de las CRA, en una conferencia de prensa. 

“Nuestra posición está muy rezagada a nivel mundial. No se puede entender que tropecemos con la misma piedra. Si le va mal a la ganadería le va mal a todos", analizó Daniel Pelegrina, de la Sociedad Rural. "Este es un Gobierno democrático y tenemos que mirar ese escenario entendiendo una sociedad que está muy afectada por el contexto económico y sanitario, tenemos que evaluar todo a la hora de tomar decisiones", agregó. 

El Gobierno por ahora no se movió de su decisión inicial, y fue el propio Presidente quien sentó las bases de la postura. En diálogo con Radio 10, consideró que no pueden “seguir viendo cómo” el precio “de la carne crece sin ningún justificativo”. Por lo tanto, llamó a “poner orden en el mercado interno”. En ese sentido, recordó que en la gestión de Mauricio Macri “se le dio una apertura total al sector, pero no aumentaron la cantidad de animales faenados, ni de cabezas de ganado, y cada vez es menor el peso del novillo que se faena”. Asimismo, añadió que “lo único que aumentó fue el precio de la carne: pasó de alrededor de $250 a $850"; por ende, concluyó que “no es verdad que la apertura favorezca al mercado: favorece sólo a los más poderosos”.