Desde que se conoció que el ministerio de Capital Humano tenía cerca de 5.000 toneladas de alimentos almacenados en galpones oficiales, algunos de ellos próximos a vencer, la Iglesia Católica ha pronunciado una serie de críticas contra el Gobierno.

Este miércoles fue el turno del titular de la Conferencia Episcopal, monseñor Oscar Ojea, quien respaldó el reclamo de las organizaciones sociales a las que "les arrancan la comida", tras encabezar una misa en homenaje a las madres que trabajan en los comedores.

"A veces la gente viene enojada a los barrios a buscar comida. Ahora me arrancan la comida. La comida falta y tenemos que decir que no hay más", afirmó Ojea al aludir a un comentario que le hizo recientemente un referente de barrios populares.

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"Jesús se pone en el lugar de aquel que tiene hambre. Los discípulos piensan: ‘Que se arreglen como puedan; si tienen hambre, que se vayan y se arreglen’. Los apóstoles se olvidan de la compasión de Jesús. Cómo nos ha pegado esa dureza de corazón. Está tan metida dentro de nosotros y es tan contraria al Evangelio", aseguró el líder religioso en la homilía posterior que ofreció en la iglesia Virgen del Milagro de Caacupé, en Ciudad Evita (La Matanza).

"En una crisis, la solidaridad tiene que ser más grande, tenemos que aportar responsabilidad. No tenemos que tirar la comida, porque falta en muchos hogares, es un momento difícil, de necesidades", señaló.

Ante unas 300 personas, entre ellas referentes de organizaciones sociales, el titular de la Conferencia Episcopal sostuvo que "cada uno sabe qué grado de responsabilidad tiene con respecto al hermano".

También, en otra reflexión, remarcó: "Estamos trabajando para no entregar nuestros barrios al narcotráfico, al enemigo que va formando un Estado dentro del Estado".

A pesar de las tensiones, la misa trascendió sin mayores controversias y no hubo cánticos en contra del oficialismo, como sí ocurrió recientemente en un par de celebraciones religiosas en algunas parroquias porteñas. 

El sábado pasado, el obispo auxiliar y vicario general de Buenos Aires, monseñor Gustavo Carrara, se disculpó por los cánticos y manifestaciones en contra de la administración de Javier Milei que se escucharon durante una misa que celebró en la Parroquia Inmaculado Corazón de María, en el barrio porteño de Constitución.