Desde que Maximiliano Pullaro asumió en Santa Fe y aseguró que iría en contra del narcotráfico, el Gobernador se transformó en un blanco constante de amenazas. En esta oportunidad, los delincuentes arrojaron una molotov en la puerta de una vivienda donde reside una pareja de jubilados y provocaron un principio de incendio en un centro de reacondicionamiento de containers de basura. En ambos lugares dejaron notas amenazantes contra el mandatario provincial y se sumó una tercera en el Sindicato de Trabajadores de Recolección.

El primer hecho sucedió en una casa ubicada en la calle Maipú al 3100. Los propios dueños denunciaron la explosión y la aparición de un mensaje contra Pullaro.

“No tengo explicación de porqué pasó esto. Entré en estado de shock. No entendía nada. No creo que haya sido una molotov. Fue un bidón de nafta y prendieron fuego”, expresó la mujer de 82 años, en diálogo con Cadena 3. Por suerte, ni ella ni su marido resultaron heridos. 

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Más tarde, aparecieron pintadas en un centro de reacondicionamiento de containers de basura, en la calle Anchorena al 2700, donde los atacantes también quemaron parte del ingreso y apuntaron contra el gobernador: “Pullaro, dejá de basurear a los presos. Gato”. 

Por último,otra amenaza se halló en el Sindicato de Trabajadores de Recolección.

Estos últimos ataques se sumaron a lo ocurrido la semana pasada, cuando los trabajadores de basura de la ciudad paralizaron los camiones por la balacera que sufrieron el jueves 25 por la noche. En aquella ocasión, desde una moto dispararon cuatro tiros contra un camión recolector y también dejaron un escrito: “Dejen tener vicita (sic) a los de alto perfil”. 

Por otra parte, delincuentes atacaron a balazos un colectivo y una estación de servicio GNC, dejando las correspondientes amenazas mafiosas. 

Producto de los diversos mensajes intimidatorios, el Gobernador había afirmado: “Lo que más le molestó a los delincuentes fue que ordenásemos las cárceles, pasando a narcos y sicarios a pabellones de alto perfil con un régimen de detención diferencial, en donde no pueden tener contacto físico prácticamente con ninguna persona, salvo con sus abogados y familiares a través de un blindex".

Además, agregó que eso "les molesta mucho porque no pueden conducir sus organizaciones criminales desde las cárceles". Asimismo, remarcó que con su equipo tomó “muchas medidas para controlar el crimen organizado en Santa Fe”, algo que, según consideró, no se hizo "en los últimos cuatro años".

Pullaro evaluó que justamente esa tarea iniciada tuvo "una reacción directa e inmediata por parte de los grupos criminales" hacia él por “las acciones que lleva adelante el Estado de Santa Fe”, tanto desde el Poder Ejecutivo como desde la Justicia y la Legislatura provincial.